Secretaría de Seguridad Ciudadana indaga célula dedicada a asesinar

El ataque contra el empresario restaurantero Eduardo B. en las inmediaciones del aeropuerto tenía como fin último asesinarlo, pues la célula delictiva que realizó el atentado se dedica precisamente a realizar homicidios, dijo ayer el secretario de Seguridad Ciudadana.

“Se trata de una célula muy violenta y se tiene confirmado que, más que parte de una estructura como tal (de La Unión Tepito), estos delincuentes han hecho trabajos para esa organización delictiva” desde el 2018, cuando empezó a desarticularse el grupo delictivo, dijo Omar García Harfuch en entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio.

De hecho, agregó, las cuatro personas que ya están detenidas por el ataque contra el dueño del grupo Rosa Negra también estarían relacionadas con un homicidio en octubre de 2020 y otro en días recientes, ambos en Ecatepec.

Añadió que faltan más órdenes de cateo y detenciones.

Tal es el caso de uno de  los atacantes que huyó a bordo de una motocicleta desde la que disparó El Memín, quien ya fue detenido el domingo.

Otro que logró escapar del lugar del atentado fue quien disparó desde la motocicleta que era conducida por Donovan Abraham “N”, quien fue baleado y atropellado por el escolta y conductor del empresario restaurantero.

EN ENTRENAMIENTO

Precisamente del joven de de 17 años abatido existe un video que subió a sus redes sociales el adolescente. En él se le aprecia practicando con un arma larga en un campo de tiro.

El joven, experto en trucos a bordo de motocicletas, viste gorra y playera color negro y un pantalón de mezclilla.

Dispara en varias ocasiones y recibe indicaciones por parte de un instructor que porta una gorra de la extinta Secretaría de Seguridad Pública (SSP) local.

La grabación fue subida al perfil del menor que fue sepultado el domingo en el panteón de San Lorenzo Tezonco.

Al revisar sus redes sociales, las autoridades también identificaron que Donovan residió en la alcaldía Iztacalco, de donde era El Memín, quien pudo haberlo contactado con El Alemán, líder de la célula de sicarios.

“UN CASO ESPECIAL”

“Es un caso especial. No tuvo que ver con extorsión a grupos restauranteros o algo así. Obviamente, por protección de la persona y de la propia investigación tendrá que ser la Fiscalía la que informe; lo más importante es que hubo detenidos muy rápido”, dijo ayer en conferencia de prensa, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, del ataque al empresario Eduardo B.

“Hasta donde sabemos no tuvo que ver con extorsión a esta persona o robo, sino que tuvo que ver con otro tema (en el que está) directamente involucrada esta persona; no lo estoy acusando a él ni mucho menos, sino que es un caso especial”.

Sobre la posibilidad de que otros restauranteros o empresarios estén siendo amenazados por La Unión Tepito, Sheinbaum comentó:

“Hay algunos temas de extorsión, sobre todo en el Centro Histórico y fuera del Centro Histórico. Nos reunimos hace menos de un año, no sé si recuerdan de otro empresario de la zona de Polanco relacionado con una venta de bebidas alcohólicas que también tuvo un episodio de este tipo. Yo personalmente me reuní con los empresarios restauranteros de esta zona y ninguno denunció que hubiera extorsión ni mucho menos”.

-Georgina Olson

ERA UN HOMBRE RESERVADO

Geovanny Martínez Vásquez o Yannick Iriarte Martínez, El Alemán, presunto líder de la célula que atacó a Eduardo B. en las inmediaciones del aeropuerto no cruzaba palabra con sus vecinos, quienes no lo veían con regularidad.

Eso es lo que refieren los pocos que se atrevieron a hablar del detenido el domingo en City Towers Coyoacán, ubicado a unos pasos de la Cineteca Nacional y a un costado de una chocolatera, un complejo habitacional con amenidades como alberca, gimnasio, cancha de padel, sky lounge y sala de cine.

“No sabíamos que fuera narco o delincuente; nos enteramos por las noticias. No siempre venía, algunos días llegaba a venir; cuando le llegamos a ver por aquí es porque llamaban la atención sus coches deportivos o camionetas polarizadas.

“Sólo en dos ocasiones coincidimos en los pasillos; una vez llegó solo, de ropa deportiva, con gorra, y otra vez acompañado de una mujer”, dijo un habitante que pidió no ser identificado.