AMLO pidió encarcelar a Lozoya
Darío Celis.
CASI 16 MESES después de que regresara a México, tras haber aceptado voluntariamente la extradición, Emilio Lozoya Austin piso ayer finalmente la cárcel.
Fue el resultado de una inesperada coordinación entre la Fiscalía General de República (FGR) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), pero sobre todo de la soberbia que ha caracterizado a Lozoya.
Se atrevió a llegar tarde a una audiencia de la que se auguraba ya no saldría e hizo esperar al juez que evaluaría sus posibilidades de darse a la fuga, por lo que desde ese momento ya podía adelantarse el desenlace.
Previamente los ministerios públicos encargados del caso se habían reunido con personal de la UIF y coincidían en que debían modificar las medidas cautelares.
El equipo legal de Santiago Nieto lo venía solicitando en esos encuentros desde meses atrás, pero se requería petición formal de la fiscalía de Alejandro Gertz Manero para darle validez judicial.
La cena en el Hunan dio pie a una estrategia conjunta para solicitar la prisión preventiva justificada. Se validó el temor: Lozoya tenía una amplia capacidad económica y una red de contactos que facilitaban su fuga.
No, no fueron los sobornos de Odebrecht, tampoco la compra de AgroNitrogenados, vamos, ni siquiera que no haya podido probar nada; lo que llevó a que encarcelaran a Lozoya fue la afrenta al Presidente.
Andrés Manuel López Obrador no le perdonó a Lozoya que se siguiera burlando de él en su cara, asistiendo a uno de los restaurantes más caros en compañía de los Beckmann y los Autrey.
La estrategia que le aplicaron ayer en la audiencia llevaba por delante la revelación de que Lozoya tenía acceso inmediato a una cifra de dos millones de euros en una cuenta que había ocultado a FGR.
También el peso de seis denuncias más de la UIF que aún no se han judicializado, y la certeza de que podía ser procesado por cualquiera de éstas al no haber buscado en su extradición el principio de especialidad.
En su defensa, Lozoya argumentó ayer que podía reparar el daño con su casa de Las Lomas que adquirió presuntamente con dinero de sobornos de Odebrecht, con un valor cercano a tres millones de dólares.
La misma oferta había hecho el exfuncionario en julio ante el Sistema de Mecanismos Alternos de Solución de Conflictos de la FGR.
En aquella ocasión, la fiscalía consideró la posibilidad de un acuerdo reparatorio con el exfuncionario, pero se enfrentó con la resistencia de Pemex y la UIF, consideradas en este proceso como víctimas.
Las diferencias entre las partes que buscaban la justicia se terminaron con la difusión de una foto y hoy Lozoya Austin amanece por primera vez en una celda del Reclusorio Norte, como le adelantamos.
ENTRE LA ÚLTIMA semana de noviembre y la primera de diciembre se repartirán los cerca de 70 millones de dólares del claim a los pilotos de Aeroméxico. Como le informé, ayer hubo comité en la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) en el que se avanzó hacia un acuerdo para que la repartición sea proporcional a lo que cada trabajador le aportó a la empresa que dirige Andrés Conesa. Las notas se gestionaron en dos tramos, unos 57 millones de dólares todavía con Rafael Díaz Covarrubias como líder del gremio, y otros 13 millones con Humberto Gual. El primer tranche llegó de Nueva York al BBVA y el segundo a Multiva. A la fecha los cerca de mil 500 millones de pesos están resguardados en el banco de Olegario Vázquez Aldir. La asamblea en la que se dará luz verde a los pagos será en unos 10 días, aproximadamente.
LE PLATICABA RECIÉN que el juez Décimo Segundo de Distrito en Materia Civil, Víctor Manuel Bravo Melgoza, desechó la petición de concurso mercantil del prestamista AlphaCredit. Su argumentación fue completamente fuera de la lógica procesal, y ya sabe cuando algo no suena lógico cómo suena. Incluso contravino al propio Instituto Federal de Especialistas en Concursos Mercantiles, cuyo titular, Edgar Bonilla, le puso por escrito que la solicitud sí procedía. No se descarta ahora que esta empresa que llevan al alimón Augusto Álvarez y José Luis Orozco recurra a un Chapter 11 en Nueva York dado lo incierta que es la procuración de justicia en México y el número de acreedores internacionales que trae arrastrando. Seguiría el mismo camino que Aeroméxico de Eduardo Tricio y Posadas de José Carlos Azcárraga.
DUROS Y CONTUNDENTES los comentarios del exsecretario de Hacienda Carlos Urzúa sobre la reforma eléctrica que impulsa Andrés Manuel López Obrador. Quien fuera su cercano colaborador hoy habla del que considera el error más grande de esta administración. En un encuentro con diputados de Movimiento Ciudadano, Urzúa adelantó que el costo de la contrarreforma será altísimo por las indemnizaciones que el gobierno tendrá que pagar y las afectaciones a las inversiones. A lo dicho ayer por Urzúa se sumó el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien al salir de Palacio Nacional tras reunirse con funcionarios de alto nivel sin revelar nombres, expresó la preocupación de Washington sobre este mismo tema, al que calificó como crítico.
ARCELOR-MITTAL, QUE comanda Víctor M. Cairo, celebra 45 años de operación en México. La siderúrgica lo conmemora con la puesta en marcha del nuevo laminador de rolado en caliente con una inversión de mil millones de dólares y que tendrá una producción de 2.6 millones de toneladas anuales de acero laminado plano, que se sumará a los 1.8 millones de toneladas de aceros largos. El volumen restante estaría compuesto por planchones semiacabados que produce la acerera india para México. El nuevo laminador permitirá terminar con la dependencia de aceros importados, ya que cubrirá la demanda nacional.
OTRO PAR QUE ya también tienen casi un pie fuera de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores son Luis Bartolini y Ernesto Calero, director generales de Autorizaciones Especializadas y de Supervisión de Instituciones de Tecnología Financiera, respectivamente. Se trata de los dos funcionarios que tienen a su cargo las fintechs. No es extraño: a la 4T no se la da absolutamente nada de la innovación. Cosa de ver que el flamante regulador, Jesús de la Fuente, es un académico de 80 años, con todo el respeto que nos merecen los adultos mayores.