Devuelven estatua robada en Francia hace medio siglo
Ámsterdam. Un detective y experto holandés en recuperar obras de arte robadas devolvió una rara escultura romana fundida en bronce –considerada uno de los mayores tesoros de Francia–, al museo del cual había sido sustraída hace casi medio siglo.
Arthur Brand, apodado el Indiana Jones del mundo del arte, entregó en Ámsterdam la pieza de bronce del dios Baco, que data del siglo I, a la directora del Museo del Pays Châtillonnais, Catherine Monnet.
En diciembre de 1973, amigos de lo ajeno rompieron una ventana del museo abriéndose paso entre los barrotes de la reja y robaron la escultura de apenas 40 cm de altura, que representa al dios del vino.
“Los delincuentes se llevaron diversas antigüedades y unas 5 mil monedas de origen romano, pero la más importante era la estatua de bronce de Baco niño”, señaló Brand.
“La pérdida para el museo y su comunidad fue enorme. Una de sus piezas antigüas más valiosas había sido robada.
“Como en ese entonces no existía un catálogo adecuado de obras de arte robado, la escultura desapareció en el inframundo y se creyó que se había perdido para siempre.”
La directora del célebre museo por su colección de piezas romanas provenientes de una aldea galorromana excavada en 1846, manifestó: “Cuando la vi, en su maleta, me di cuenta de cuánto más hermosa era que la copia que teníamos”.
La historia de la estatua resurgió hace un par de años, cuando un cliente austriaco contactó con Brand, quien tiempo atrás recuperó un Picasso y los llamados Caballos de Hitler, escultura en bronce de tamaño natural que ornamentaba el exterior de la cancillería en Berlín cuando el dictador la ocupó.
El austriaco le solicitó investigar sobre la estatua de un niño que com-pró en el mercado legal del arte.
Al no encontrar ninguna referencia, Arthur Brand infirió que podía ser robada. “La caza estaba abierta” para descubrir su origen, explica.
Tras meses de indagatorias, la pista llega con una foto en una revista arqueológica de 1927: la estatua representa a Baco de niño y pertenecía a un museo francés.
Un informe de la policía revelaría que la escultura había sido robada el 19 de diciembre de 1973. Sorprendido con el hallazgo, el austriaco exigió que fuera devuelta al museo.
“De acuerdo a la ley francesa, recibió un pequeño monto de dinero, apenas una parte del valor de la estatua, de millones de euros”, explica Brand.
Dos coleccionistas de arte británicos, Brett y Aaron Hammond, aportaron la mitad del dinero, y la localidad de Châtillon-sur-Seine la otra, para un total no revelado.
“Tras 50 años es muy raro que reaparezca un objeto robado. Sobre todo siendo tan importante”, afirmó Brand.
“Es una estatua muy, muy importante y de altísima calidad”, se regocija Monnet.
La escultura había sido descubierta por arqueólogos en 1894 en el yacimiento de Vertillum, declarado monumento histórico 20 años antes.
En cuanto a Brand, el museo le brinda entrada gratis vitalicia, añadió con una sonrisa.