Europa despierta y Vladimir Putin la pone bajo amenaza nuclear

Occidente asume que la agresión de Rusia inicia “una nueva era”

Las sanciones contra Rusia han hecho que algunas luces se enciendan en la sala de control de sus ojivas nucleares. Vladimir Putin clamó este domingo que las sanciones occidentales son “ilegítimas” y por eso ordenó poner “en estado de alerta” las fuerzas de disuasión de Rusia, que incluyen sus armas nucleares. Escasas horas antes, la Unión Europea había reaccionado con firmeza con la entrega de armas a Ucrania, y su locomotora, Alemania, había dado un giro a su política de seguridad, iniciando “una nueva era”, al aumentar su gasto en defensa.

El líder ruso se reunió con el ministro de Defensa Serguei Shoigu y el jefe del Estado Mayor, el general Valery Gerasimov, en el Kremlin. Putin fue contundente: “Los países occidentales no solo están tomando medidas económicas hostiles contra nuestro país, sino quelos líderes de los principales países de la OTAN están haciendo declaraciones agresivas sobre nosotros. Así que ordeno trasladar las fuerzas de disuasión de Rusia al modo de alerta máxima”. “¡Sí!”, respondieron Shoigu y Gerasimov.

Putin enfatizó que los países occidentales también están tomando medidas hostiles contra Rusia en la esfera económica: “Me refiero a sanciones ilegítimas, de las que todos son muy conscientes”.

No tardó en llegar la respuesta de la Casa Blanca, que señaló que Putin “fabrica amenazas” al poner en alerta a su fuerza nuclear. “Este es un patrón del presidente Putin que hemos visto a lo largo de este conflicto: fabricar amenazas que no existen para justificar más agresiones”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, a la cadena ABC al ser consultada sobre el anuncio de Moscú. “Es una retórica peligrosa. Es un comportamiento irresponsable”, declaró Jens Stoltenberg a la CNN.

BATALLA EN JARKOV

Moscú anunció sábado una “ampliación de la ofensiva”, que derivó en un tercer amanecer con ataques para los habitantes de la capital, Kiev, y la entrada de las tropas rusas en Jarkov, la segunda urbe del país, cerca de la frontera con Rusia. Una ciudad de notable mayoría rusohablante y muy ligada a Rusia económicamente. Una ciudad industrial donde no han existido problemas de convivencia entre la gente que usa el ucraniano y la gente que usa el ruso. Este domingo rusos y ucranianos peleaban calle a calle.

“Los vehículos ligeros del enemigo ruso han irrumpido en Jarkov, incluido el centro de la ciudad”, dijo el gobernador regional, Oleg Sinegubov. “Las fuerzas armadas de Ucrania están destruyendo al enemigo. Pedimos a los civiles que no salgan”, insistió. Horas después, alcanzado el mediodía, Ucrania anunció que había conseguido expulsar a los rusos de la gran ciudad rusa de Jarkov.

“Las fuerzas armadas, la policía y las fuerzas de defensa están trabajando: la ciudad está barriendo por completo al enemigo ruso, que está completamente desmoralizado”, agregó el alcalde. También informó de que “un grupo de cinco a 10 personas [del ejército ruso] se rindieron al ejército ucraniano”.

Un edificio de apartamentos fue atacado, de acuerdo con los servicios de emergencia. La torre sufrió graves daños y una anciana murió, pero los rescatistas dijeron que la mayoría de los residentes no resultaron heridas porque se refugiaron en el sótano. Como no todos tienen un sótano con comodidades donde refugiarse, muchos se dirigieron al metro de la ciudad.

Mientras, en el sur, también hubo avances de soldados. Las tropas rusas han “cercado por completo” las ciudades de Jerson y Berdiansk, y se han apoderado de las ciudades de Henichesk y un aeropuerto cerca de Jerson, según la agencia de noticias RIA. Al menos 198 ucranianos, incluidos tres niños, han muerto en la invasión, dijo el Ministerio de Salud de Ucrania.

En Kiev volvieron a oírse detonaciones al amanecer después de una noche algo más silenciosa de lo esperado. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo que la ciudad está rodeada, la evacuación es imposible. En una entrevista con Associated Press, aseguró que las autoridades de la ciudad no van a evacuar a los residentes. Sin embargo, durante los últimos días algunas personas han logrado salir en tren y usando las carreteras del sur y del este, aunque el tráfico es tan intenso que se tarda un día en alejarse de la capital.

La capital permanece en manos del Gobierno ucraniano, con Zelenski reuniendo a su gente todos los días a pesar del bombardeo ruso de la infraestructura civil. La situación se deteriora progresivamente. La Organización Mundial de la Salud dijo que el oxígeno médico se estaba agotando.

NEGOCIAR EN LA FRONTERA

Durante el día se materializó un anuncio relevante: las delegaciones de Rusia y Ucrania se reunirán en la ciudad bielorrusa de Gomel para negociar un posible cese de las hostilidades.

La oficina del presidente ucraniano confirmó que las negociaciones con Moscú sin condiciones previas se llevarían a cabo en esta ciudad situada en la frontera entre Bielorrusia y Ucrania. “Realmente no creo en el resultado de esta reunión, pero que lo intenten, para que luego ningún ciudadano de Ucrania tenga dudas de que yo, como presidente, traté de detener la guerra”, dijo el presidente Zelenski.

En la misma comunicación, se subraya que el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko “ha asumido la responsabilidad de garantizar que todos los aviones, helicópteros y misiles estacionados en territorio bielorruso permanezcan en tierra durante el viaje, las conversaciones y el regreso de la delegación ucraniana” a Kiev. El primer ministro israelí, Naftali Bennett, se ha ofrecido para mediar en el fin de las hostilidades en Ucrania durante una conversación telefónica con el presidente ruso.

Anteriormente un asesor de Zelenski negó que Kiev se hubiera negado a negociar, pero dijo que Rusia había impuesto condiciones inaceptables. Moscú pedía incluso que Ucrania reconozca como legal la anexión rusa de su península de Crimea en 2014. Por supuesto debe renunciar a la OTAN y legalizar las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk con los territorios que los prorrusos ambicionan, regalando los que están en poder de Kiev.