¿Qué pasaría si la guerra en Ucrania escala a nivel nuclear?
¿Vladimir Putin está listo para usar armas nucleares? Al hablar de la invasión a Ucrania, el presidente de Rusia deja entrever que está dispuesto a cruzar esa línea.
La explosión de una bomba nuclear puede afectar un área similar en tamaño a la Ciudad de México, de acuerdo con especialistas consultados por El Financiero, quienes explicaron los efectos que podemos enfrentar en caso de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, decida ‘apretar el botón rojo’ y lanzar un ataque de esa magnitud durante la guerra en Ucrania.
Jorge A. López, físico y profesor del Centro de Estudios Interamericanos y Fronterizos (CIBS), asegura que el impacto de las armas nucleares es “entre 10 a 100 mil veces mayor en potencia” que el de una bomba atómica, como las lanzadas en Hiroshima y Nagasaki.
Explica que una ojiva nuclear “prácticamente lo que hace es comprimir elementos a alta densidad que se fusionan y, al unirse, sueltan un montón de partículas y radiación y ese efecto provoca la explosión”.
Sobre las consecuencias que traería la explosión de una bomba nuclear, López afirmó que destruiría una zona de 10 o 20 kilómetros a la redonda del punto de impacto y que incluso ese radio puede crecer, dependiendo del tamaño de la ojiva.
También se “produciría un hongo radioactivo (humo) de ocho o 10 kilómetros de altura y vientos huracanados” con la capacidad de “destruir una zona del doble de lo que destruye la explosión”.
Para ejemplificar de manera más clara el efecto, el físico explicó que si se usara un 10 por ciento del arsenal nuclear en diferentes partes de Europa se “produciría lo que se conoce como invierno nuclear”. En ese escenario, el cielo se oscurecería de inmediato, ya que la radiactividad no permitiría la llegada de rayos solares a la Tierra y la “luz no sería visible”.
Además, zonas aledañas a la explosión resultarían afectadas en su temperatura al registrar de “10 o 15 grados debajo de lo normal”, aunque esto dependería del número de bombas que utilicen. Es importante aclarar que este efecto solo se produciría si se detonan más de 50 explosivos nucleares en un solo lugar, de lo contrario, la mayor preocupación sería la radiación.
“Los efectos de las bombas son muy localizados, especialmente las estratégicas que desarrolló recientemente Rusia. En otras palabras, si explota una bomba, por ejemplo, afectaría a 50 kilómetros a la redonda. Esa sería la zona donde se destruiría y moriría mucha gente, si no fallecen de manera inmediata, mueren a los meses por la radiación”, enfatizó el especialista.
Jorge A. López explica que una de las mayores advertencias de las armas nucleares es que transforman todo en material radioactivo: “(La bomba) no solo destruye paredes, sino que toda la estructura (de un edificio) se vuelve radiactiva y será dañina muchos años”.
¿Cómo afectaría a México?
El físico e investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, Julio Herrera, detalló que en caso de que Rusia decidiera lanzar un explosivo nuclear a Estados Unidos, la radiación se extendería a otros lugares, como México; sin embargo, dependerá de qué tan lejos se encuentre la zona de impacto.
“Claro que puede afectar al país. Esa es una de las razones por las que México fue tan enfático en pedir que Latinoamérica sea zona libre de armas nucleares, porque desde un inicio estuvo muy consciente del riesgo que implica”, comentó.
Otra de las consecuencias podría ser la propagación de incendios alrededor de la zona de impacto, los cuales provocarían que “la radiactividad se esparciera en la atmósfera y que, dependiendo de las condiciones climáticas, la nube radioactiva llegue a otros puntos”.
¿Cómo llegamos a este punto?
La incertidumbre sobre cuál será el siguiente movimiento de Vladimir Putin aumenta el desconcierto mundial sobre el rumbo que puede tomar la invasión.
Tras sostener una conversación telefónica de hora y media con el presidente ruso, su homólogo francés, Emmanuel Macron, concluyó que “lo peor está por llegar” en la guerra en Ucrania y agregó que Putin muestra una “determinación muy grande” a continuar con la invasión, a menos que el gobierno de Kiev se desarme y acepte ser un país neutral.
“No hubo nada de lo que dijo Putin que nos tranquilizara”, señaló una fuente de la Presidencia de Francia, de acuerdo con Sophie Pedder, editora en jefe de The Economist en París, Francia. En un mensaje en Twitter publicado este jueves 3 de marzo, Macron agregó: “Es absolutamente necesario mantener el diálogo para evitar dramas humanos. Continuaré con mis esfuerzos y con los contactos. Es necesario evitar lo peor”.
Un par de días antes, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, minimizó el riesgo de una guerra nuclear con Rusia y descartó un posible cambio en los niveles de alerta del arsenal estadounidense.
Al terminar un acto en la Casa Blanca, el mandatario estadounidense, Joe Biden, respondió con un “no” tajante a la pregunta de si los estadounidenses deberían estar preocupados por la posibilidad de una guerra nuclear.
Entonces, ¿cómo surgió la preocupación de una guerra de estas proporciones?
Días antes de invadir Ucrania, Rusia y su aliado Bielorrusia participaron en ejercicios nucleares. En ese entonces, Vladimir Putin destacó la posición de Moscú como “una de las potencias nucleares más poderosas del mundo”.
Advirtió que aquellos que intenten obstaculizar su objetivo en Ucrania podrían enfrentar “consecuencias mayores a las que cualquiera haya enfrentado en la historia”.
La preocupación escaló aún más el pasado 27 de febrero. Ese día, Putin puso en “alerta máxima” a las fuerzas nucleares de su país ante lo que consideró como “declaraciones agresivas” de algunos países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
¿Cómo podemos protegernos de un ataque nuclear?
Jorge López explica que las bombas nucleares estallan en el cielo y no en la superficie terrestre “para tener un impacto mayor”.
Por ello, refugiarse bajo tierra es la mejor opción, “sobre todo si uno no está directamente en la zona de impacto”. Sin embargo, el experto advierte que todas las personas corren peligro al exponerse a la radiactividad tras la detonación.
En ese contexto, autoridades de Estados Unidos emitieron una serie de recomendaciones sobre qué hacer antes, durante y después de un ataque nuclear.
De acuerdo con la información, las explosiones de este tipo pueden causar una cantidad importante de daños y víctimas debido a la onda expansiva, el calor y la radiación; sin embargo, una persona puede estar segura “si sabe qué hacer y está preparada para enfrentar esta situación si ocurriera”.
Según el sitio ready.gov, lo primero es buscar refugio. Se recomienda entrar a la edificación más cercana para evitar la radiación. “Las edificaciones de ladrillo u hormigón son las mejores”.
También se pide despojarse de ropa contaminada, así como limpiar o lavar la piel desprotegida si se estuvo en el exterior después de la caída de la lluvia radiactiva.
Además, se pide resguardarse en un sótano o en la parte central de un edificio y alejado de paredes exteriores y del techo.
De acuerdo con las recomendaciones, las personas deben permanecer refugiadas durante 24 horas, a menos que las autoridades locales indiquen otras instrucciones.
Una de las sugerencias más importantes es estar al pendiente de la información oficial, principalmente sobre cuándo se puede salir y a qué lugar dirigirse. “Las radios a pilas o de manivela funcionarán después de una detonación nuclear”, mientras que “es posible que los servicios de telefonía móvil, mensajería de texto, televisión e internet se interrumpan o no estén disponibles”.
Herrera Velázquez considera que la única protección “es evitar una guerra nuclear”, ya que no existe otra opción para evitar las secuelas de la radiación.
“Uno se puede proteger metiéndose en una zona donde no esté expuesto directamente a la radiactividad, eso podría disminuir el efecto”; sin embargo, dijo, resguardarse en un sótano sería solo una medida paliativa, puesto que “la contaminación estaría en la atmósfera”.
Breve historia de la carrera armamentista
En los años 50 y 60, cuando se empezaron a desarrollar armas nucleares, se crearon bombas tácticas que podían utilizarse en el campo de batalla, cuya capacidad destructiva fuera suficiente para detener una invasión
El mayor explosivo nuclear que se desarrolló en la Unión Soviética fue de 50 megatones, el cual era capaz de generar ondas de choque. Cabe señalar que un megatón equivale a un millón de toneladas de TNT.
Durante la Guerra Fría, la tendencia fue producir armas con mayor capacidad. Años más tarde se llegó a la conclusión de que crearlas ocasionaría un genocidio.
Por ello, se desarrollaron bombas de menor capacidad. El objetivo era utilizar ese armamento de forma disuasiva, es decir, provocar miedo al país enemigo para evitar que éste respondiera con otro ataque.
No obstante, la deducción fue que se podía producir un arma termonuclear tan grande como “uno quisiera”, ya que Estados Unidos y Rusia tenían la capacidad para hacerlo.
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