Con la iglesia has topado, AMLO
martes, 5 de julio de 2022
El analista de cuestiones religiosas, Bernardo Barranco, expresó que la Iglesia Católica ya “adoptó una actitud de rebeldía y ahora pide al gobierno que escuche a los especialistas, a la ciudadanía y a los medios de comunicación para cambiar su estrategia”
En el capítulo noveno, de la segunda parte del Ingenioso Caballero don Quijote de la Mancha, don Miguel de Cervantes, escribió: “media noche era por filo, poco más o menos cuando dejaron el monte y entraron en el Toboso”. En su alucinante locura don Quijote buscaba el castillo donde se supone vivía Dulcinea, pero éste no existe. Sin embargo, el caballero vio, en medio de la noche, “un bulto grande y sombra que desde aquí se descubre la debe de hacer el palacio de Dulcinea (…) habiendo andado como dos cientos pasos, dio con el bulto que hacía la sombra, y vio una gran torre y luego conoció que el gran edificio no era alcázar, sino la iglesia principal del pueblo. Y dijo: —Con la iglesia hemos dado, Sancho”.
Viene al caso la referencia porque a través del tiempo la frase y el concepto de lo dicho por el ingenioso hidalgo han sido modificados por la frase: “Con la iglesia hemos topado, Sancho”, donde se sustituye el verbo dar, que en su décima segunda acepción se define como sinónimo de golpear, con el verbo topar, que puede ser sinónimo del anterior puesto que en su primera acepción significa chocar una cosa con otra, pero carece de exactitud con lo dicho por el personaje del Manco de Lepanto. Donde existe una gran confusión es en darle al sustantivo iglesia la definición de congregación religiosa y, más aún, por el lugar y siglo en el que está situada la acción (España, siglo XVII) de iglesia católica; sin embargo, el texto se aclara por sí mismo, el bulto que hacía sombra era la construcción de una iglesia como todavía en el español actual designamos a lo que en realidad deberíamos llamar templo: edificio destinado al culto religioso.
Esta extensa introducción no tiene como objetivo demostrar que conozco el Quijote, libro del que todos hablan, pero pocos han leído. Sirve para demostrar que la precitada frase ha sido distorsionada en su significación original, al utilizarse como una manera de determinar un conflicto con la institución llamada Iglesia y, concretamente, la Católica. Equivocado desde el punto de vista de lo escrito por don Miguel, con el tiempo, el uso de la frase le ha dado el sentido de chocar con la organización, no con el edificio. En ese sentido la quiero usar: Andrés Manuel López Obrador ha topado con la Iglesia Católica de manera irreflexiva.
A raíz del asesinato de los dos religiosos jesuitas en la Sierra Tarahumara, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y la Compañía de Jesús, exigió al gobierno federal cambiar la fracasada estrategia de seguridad, dado que es un hecho comprobable que los “abrazos y no balazos” no han funcionado. Por el contrario, el crimen organizado y los asesinatos que éste provoca crecen día con día. A tal propuesta el presidente López Obrador contestó de manera agresiva que no cambiará su política de seguridad; que la jerarquía católica además de hipócrita está “apergollada” con la oligarquía y ha callado ante las masacres que se produjeron durante el gobierno de Felipe Calderón.
El analista de cuestiones religiosas, Bernardo Barranco, expresó que la Iglesia Católica ya “adoptó una actitud de rebeldía y ahora pide al gobierno que escuche a los especialistas, a la ciudadanía y a los medios de comunicación para cambiar su estrategia”. En la mañanera de ayer, López Obrador dijo identificarse muy bien con el Papa Francisco y ratificó su admiración por Jesucristo como líder social. Sin embargo, según el especialista Barranco, el presidente ha provocado que los jesuitas —“la congregación religiosa más importante del país”—, haya roto con el gobierno de la 4T del cual eran aliados.
Tengo la percepción que el Señor de Macuspana en ocasiones ve malignos gigantes donde sólo hay molinos de viento.
Punto final
-El doctor dice que eres hipocondriaca.
– Ves pendejo y según tú no tengo nada.