NASA impactará una nave espacial contra el asteroide Dimorphos, ¡la realidad supera la ficción!
lunes, 26 de septiembre de 2022
Dimorphos es en realidad el satélite de un asteroide más grande llamado Didymos.
La NASA informó que este 26 de septiembre intentará algo que nunca habían hecho: desviar la trayectoria de un asteroide estrellando contra este una nave kamikaze. Esto se realizará como una prueba de defensa planetaria que debería permitir a la NASA el proteger a la Tierra de una eventual amenaza.
La misión de redirección de asteroides DART (dardo, en inglés) despegó en noviembre desde California. Después de diez meses de viaje, la nave espacial deberá chocar contra el asteroide Dimorphos a las 23:14 horas, a una velocidad de más de 20 mil kilómetros por hora.
La nave no es más grande que un automóvil y el asteroide tiene unos 160 metros de diámetro (la mitad de la altura de la Torre Eiffel). Y, a diferencia de lo que ocurría en las películas Armageddon o Don’t Look Up, Dimorphos no representa un peligro para la humanidad de ninguna manera, ya que su órbita alrededor del Sol pasa a solo siete millones de kilómetros de la Tierra en su punto más cercano.
Aun así, “es importante hacer esto antes de que descubramos una necesidad real”, dijo Andrea Riley, a cargo de la misión en la NASA.
El momento del impacto promete ser espectacular y podrá seguirse en directo a través del canal de la agencia espacial estadounidense. Puedes acceder a el dando clic en el siguiente enlace.
Según la NASA, no se trata de destruir el asteroide, sino de empujarlo ligeramente. La técnica se llama impacto cinético.
Cabe mencionar que Dimorphos es en realidad el satélite de un asteroide más grande, Didymos (de 780 metros de diámetro), que cumple su órbita en 11 horas y 55 minutos. El objetivo es reducir la órbita de Dimorphos alrededor de Didymos en unos diez minutos.
Este cambio se puede medir con telescopios desde la Tierra, observando la variación de brillo cuando el asteroide pequeño pasa por delante del grande.
El objetivo puede parecer modesto, pero esta prueba es crucial para el futuro. Se trata de comprender mejor cómo reaccionará Dimorphos, representativo de una población de asteroides bastante comunes, cuya composición exacta no se conoce. El efecto del impacto dependerá en gran medida de su porosidad, es decir, de si es más o menos compacto.
Para alcanzar un objetivo tan pequeño, la nave se dirigirá de forma autónoma durante las últimas cuatro horas, como un misil autoguiado. Su cámara, llamada DRACO, tomará en el último momento todas las imágenes del asteroide, cuya forma (redonda, oblonga, etc.) aún se desconoce. Lo hará a un ritmo de un cuadro por segundo, visible en vivo en la Tierra con un retraso de solo unos 45 segundos.
Tres minutos después, un satélite del tamaño de una caja de zapatos, llamado LICIACube y lanzado por DART hace unos días, pasará a unos 55 kilómetros del asteroide para capturar imágenes de la colisión, que serán enviadas a la Tierra en las próximas semanas y meses.
El evento también será observado por los telescopios espaciales Hubble y James Webb, que deberían poder detectar una brillante nube de polvo.
Luego, la sonda europea HERA, que despegará en 2024, observará de cerca a Dimorphos en 2026 para evaluar las consecuencias del impacto y calcular, por primera vez, la masa del asteroide.