Ayotzinapa como arma electoral
miércoles, 28 de septiembre de 2022
Después de la purga purificadora, quedaría sólo el Ejército limpio, el verdadero “pueblo uniformado”, gestado durante este gobierno, bajo el general secretario Cresencio Sandoval
Hay muchas quejas en el gobierno, y muchas querellas, por la filtración no tachada del nuevo Informe sobre Ayotzinapa. El único que parece estar de acuerdo es el Presidente, quien dijo, antes de la filtración, que no había que presentar las cosas tachadas porque se prestaba a la sospecha.
Quien haya filtrado el documento, lo hizo en sintonía con la opinión del Presidente, no contra ella. La pregunta es para qué querría el Presidente que se conozca todo lo que dice el Informe.
No lo sé, pero puedo hacer un poco de política ficción. El Presidente querría difundir completo el Informe para llegar a las elecciones del 2023 y el 2024 como el gobierno que aclaró, contra viento y marea, contra el mismo Ejército al que corteja, el caso Ayotzinapa.
Así podría decir, por fin, en un caso: no somos iguales, con nosotros se acabó la impunidad. El Informe va en ese camino al subrayar la trama del encubrimiento del Ejército en el caso Ayotzinapa. La versión de un encubrimiento de Estado posterior a los hechos, pone al ex presidente Peña a un paso del banquillo de los acusados, donde está ya el ex procurador Murillo Karam. Es decir, a un paso de la cárcel o de la fuga.
El presidente López Obrador no necesita probar judicialmente la culpabilidad de Peña, como no lo ha hecho con Murillo. Necesita sólo acusarlo y perseguirlo. Más difícil de manejar parece el daño causado al Ejército por la relación de las atrocidades que, según el Informe, el Estado encubrió.
Pero aquí también hay algo que ofrecer desde la narrativa presidencial: con esta exhibición, el Ejército estaría siendo depurado de sus vicios previos, de sus manzanas podridas neoliberales.
Después de la purga purificadora, quedaría sólo el Ejército limpio, el verdadero “pueblo uniformado”, gestado durante este gobierno, bajo el general secretario Cresencio Sandoval.
No sería poca ventaja para el gobierno llegar a las elecciones de 2023 y 2024 con Peña acusado, preso o prófugo y el Ejército “depurado”, en alianza de hierro con el presidente creador de la nueva era histórica de México. Hasta aquí mi lance de política ficción.