En España, hombre intenta ir desnudo a juicio por exhibicionismo
miércoles, 28 de septiembre de 2022
El oriundo de Valencia ha pagado más de 3 mil euros por las multas impuestas; asegura que pasear en la calle sin ropa no es un delito
Alejandro Colomar, un hombre de 29 años oriundo de Valencia, España, se define como naturalista y por eso le gusta andar en las calles desnudo. Asegura que no le hace daño a nadie, pero la policía piensa lo contrario: le han puesto ya 30 multas.
El informático, quien es empleado en una compañía multinacional, acudió a la Ciudad de la Justicia de Valencia para enfrentar un juicio por practicar nudismo en lugares públicos. El problema es que se presentó como Dios lo trajo al mundo y no lo dejaron entrar.
Las 30 multas que acumula le han costado ya 3 mil euros y sabe que vendrán más, porque no va a dejar de andar desnudo por la calle. Es más, aseguró que se ha cansado de buscar en internet y que lo que ha comprobado es que andar así por las calles no es delito.
“La mayoría de sanciones que le ponen no suelen ser por la vía penal, sino por vulneración al artículo 37 de la conocida Ley Mordaza, que sanciona el exhibicionismo obsceno cuando no sea delito, es decir, cuando no se produzca ante menores. Por el momento, hemos ganado alguna sentencia alegando la vulneración de sus derechos fundamentales o del principio de legalidad, ya que muchas ciudades no tienen ordenanza al respecto”, dijo su representante, Pablo Mora.
El valenciano asegura que la única vez que se viste es cuando hace frío, y lamenta que la policía siempre le molesta porque al verlo pasar sin ropa, lo detienen.
“Alejandro ya tuvo un juicio penal, le condenaron por entrar a una comisaría desnudo. Este juicio se ha perdido en primera instancia y en la Audiencia Provincial, y está pendiente de casación al Supremo. Es probable que acabe en el Constitucional”, admitió su letrado.
El representante asegura que ir desnudo significa el ejercicio de la libertad ideológica. Tanto Colomar como su abogado, defienden que no es obsceno caminar desnudo en la vía pública, siempre que no existan actos de naturaleza sexual.
Finalmente, Alejandro pudo entrar a la Ciudad de la Justicia. Lo hizo vestido, aunque el insistió en que seguirá caminando “en pelotas”, mientras el clima y su presupuesto se lo permitan. “Ya he gastado mucho dinero en abogados”, se quejó.