Conflicto entre Ucrania y Rusia, además de la inflación, ponen en riesgo el crecimiento económico global

miércoles, 12 de octubre de 2022

Grandes naciones se verían afectadas ante el ‘jaque’ del crecimiento global.
La economía global se acerca un poco más a la recesión, en la que caerán varios países desarrollados en 2023, advirtió el Fondo Monetario Internacional, preocupado por la inflación y el impacto de la guerra en Ucrania.

El propio presidente estadounidense, Joe Biden, reconoció en una entrevista con la CNN, la posibilidad de una recesión muy ligera para la mayor economía del mundo.
El FMI mantuvo la previsión de crecimiento para 2022 en 3,2 por ciento, un porcentaje que ya cambió en tres ocasiones este año, pero bajó por cuarta vez sus expectativas para 2023, ahora de 2,7 por ciento (0,2 puntos porcentuales menos que lo pronosticado en julio).

“Existe un 25 por ciento de posibilidades de que el crecimiento global caiga por debajo del 2 por ciento el año que viene, un mínimo históricamente bajo que solo se ha visto cinco veces desde 1970 en el mundo, sobre todo durante el shock petrolero o la crisis financiera de 2008”, declaró a la AFP el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, en Washington.
Las tres locomotoras globales, Estados Unidos, China y Europa, se están desacelerando, sobre todo por el efecto de la inflación persistente que está afectando a las economías desarrolladas y más aún a los países emergentes y en desarrollo, y que debería llegar al 8,8 por ciento de media a nivel mundial este año.

“Nos acercamos al ajuste monetario, pero aún no hemos llegado, por lo que los bancos centrales deben mantener el rumbo”, señaló Gourinchas.
Expertos aseguran la inflación global debería haber alcanzado su punto máximo en el tercer trimestre (9,5 por ciento) y comenzar a bajar a partir del último trimestre de 2022 hasta situarse en el último trimestre de 2023 a un nivel comparable al de 2021 (4,7 por ciento).
Para algunos Estados miembros, como Alemania e Italia, la recesión parece, mientras que Francia se libra por poco, con un crecimiento del 0,7 por ciento, al igual que el Reino Unido, excluido de la UE, con un 0,3 por ciento. Mejor suerte corre España, que crecerá 1,2 por ciento.