Más de la mitad de militares en México han muerto en emboscadas

martes, 8 de noviembre de 2022

La mitad de los soldados caídos en los últimos cuatro años fue víctima de una celada del crimen, según reportes publicados por Guacamaya.
Los elementos del 25 batallón del Ejército se internaron en el municipio de Miguel Alemán, una ciudad tamaulipeca que apenas alcanza los 25 mil habitantes, a orillas del Río Bravo. Ahí tuvieron un fatídico enfrentamiento con integrantes del crimen organizado.

De acuerdo con reportes de los Guacamaya Leaks a los que tuvo acceso MILENIO, cruzados con datos oficiales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), 42 de los 76 militares que perdieron la vida en los últimos cuatro años fueron emboscados por mafias delictivas. Esto quiere decir que al menos 55 por ciento de los miembros del Ejército han sido asesinados con armas de fuego y en ataques directos.
Aquel 5 de octubre, recibieron una llamada en el cuartel. “Había gente armada”, les dijeron. Se prepararon con sus chalecos antibalas, sus cascos, su armamento. En total, 54 soldados de la tropa y dos oficiales abordaron seis vehículos y se dirigieron a un paraje de terracería y casas hechizas que conocían como el rancho Los Marroquín.

Como siempre, en estas historias hay varias versiones, pero la que aún se sostiene por parte de los pobladores y un reporte militar, es que ese día, integrantes del Cártel del Noroeste, una escisión del Cártel de Los Zetas, precisamente un grupo paramilitar integrado por ex soldados, ingresó a una de las rancherías de la zona.

Según versiones de medios locales, los criminales iban vestidos con uniforme militar y le pidieron a una familia de la zona que los alimentara y les dieran de beber; además les advirtieron que debían callarse mientras estuvieran ahí. Solo así les permitirían seguir con vida.
Pero no cumplieron su palabra: ese mismo día asesinaron a dos hombres que se encontraban en el lugar.

Cuando llegaron los militares, los sicarios llevaban cinco horas en el rancho y mientras los cuerpos de aquellos pobladores yacían en el piso, una mujer y una niña de la misma familia eran violadas. Una y otra vez. Cuando llegó el Ejército, se enfrentaron a tiros. Según un reporte enviado al propio secretario de la Defensa Nacional, los sicarios se escondieron entre la maleza. El cabo Ocampo F. fue herido en el pecho, a pesar de llevar un chaleco antibalas.

El movimiento para intentar salvarle la vida fue rápido, demasiado. Aun así nada funcionó: primero lo trasladaron al Hospital General del poblado Los Guerra, para intentar estabilizarlo. A las 10 de la noche con 40 minutos lo subieron a un helicóptero UH-60 y lo llevaron al hospital regional de Monterrey.

El cabo murió a las 12 de la noche del 6 de octubre de 2019. Los demás elementos no lograron capturar a los asesinos, quienes huyeron “con rumbo desconocido con sus armas”.

En el operativo donde falleció el soldado fueron rescatadas varias personas secuestradas. Así dieron parte: “Seis personas privadas de su libertad (cuatro personas del sexo femenino y dos menores de edad –un niño y una niña), sin identificar, al momento de ser liberadas, manifestaron que las estaban violando y dos personas privadas de su libertad fallecidas, al momento de ser secuestrados y trasladados al lugar de la agresión, fueron privados de la vida por los secuestradores”.


Una investigación que permite reconstruir cómo han muerto los militares entre los años 2018 y 2022. Esto es posible gracias a las estadísticas oficiales de la Sedena, las cuales ofrecen una radiografía fría de los hechos, más no detalles. Sin embargo, reportes de los Guacamaya Leaks revelan bitácoras que enviaron al propio secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, donde relatan cómo sucedieron estos asesinatos.

Cuartel Militar 16/o R.C.M – Nuevo Laredo, Tamaulipas (14:10, 14 de Noviembre de 2019). El reporte contenido en los correos hackeados por el colectivo Guacamaya revela: “En la Col. Nueva Ciudad Deportiva, Mpio. de Nuevo Laredo, Tamps., la B.O. ‘Móvil 3’ (1 Of., 31 Tpa. y 5 Vehs.) al realizar reconocimientos terrestres, fueron agredidos con disparos de arma de fuego, por sujetos que se trasladaban a bordo de dos camionetas (únicos datos), al repeler la agresión resultó uno de tropa fallecido Sld. Cab. Celerino H. presenta impacto de arma de fuego en la sien izquierda por debajo del casco”.

Según las cifras que actualiza la Sedena mes con mes, durante este sexenio han fallecido 76 militares en diversas labores contra la delincuencia organizada. Hay muertes que sucedieron por accidentes, como volcaduras y ahogamientos, pero la mayoría (42 casos) de los fallecimientos fueron a consecuencia de ataques directos, emboscadas.