Declinan los narcotúneles como método para traficar droga a EU
martes, 13 de diciembre de 2022
En cinco años las autoridades del país vecino descubrieron 18 pasadizos que conectan con Baja California, Sonora y Tamaulipas; en ellos se incautaron narcóticos cuyo valor en el mercado supera mil millones de pesos.
Los narcotraficantes mexicanos han tenido pérdidas cuantiosas con el descubrimiento y desmantelamiento de 18 narcotúneles fronterizos. La suma en tan solo cinco años asciende a más de mil millones de pesos, el precio en el mercado que alcanzarían las drogas que les fueron decomisadas en los pasadizos secretos.
Con base en los informes de aseguramientos y en lo que las propias dependencias de seguridad informaron, revela que ni el encarcelamiento de Joaquín El Chapo Guzmán ni el juicio a José Villalobos, conocido como El señor de los túneles, han frenado la construcción de los subterráneos. Sin embargo, sin ellos al mando, las construcciones están siendo desmanteladas rápidamente.
Y es que de los 18 narcotúneles que han encontrado las autoridades durante la actual administración federal, siete estaban en plena construcción, quedando incompletas. En el caso de los pasadizos terminados y que se encontraban en operación, fueron decomisados kilos y kilos de mariguana, cocaína y fentanilo. Una pérdida devastadora para los cárteles.
Desde 1999, los narcotúneles han corrido por toda la frontera mexicana, cuando los traficantes descubrieron que había una manera de burlar a las autoridades estadunidenses. La droga cruzaba por debajo de la tierra, sobre todo por Baja California y Sonora, donde se concentran los aseguramientos de estos pasadizos históricamente.
Los túneles secretos que cavaron los narcos desde México siguen utilizando tecnología de punta. El 19 de marzo de 2020 fue descubierto uno de los pasadizos más “sofisticados” de estos años. En Otay, Tijuana, una zona minada desde hace años, donde el zumbido de los aviones del aeropuerto ha ayudado a camuflar el ruido de las máquinas excavadoras, corría un túnel de 600 metros de largo.
Aquí reposaban, en espera de cruzar, 600 kilos de cocaína envueltas en bolsas rojas, casi 40 kilos de metanfetamina, siete kilos de heroína, mil 360 kilos de mariguana y casi un kilo de fentanilo. Un festín de drogas que valía unos 30 millones de dólares en las calles de Estados Unidos.
Los señores de los túneles
Es bien sabido, gracias a sus escapes de película, que el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera era adepto a construir y utilizar los pasadizos para diversos fines. Desde finales de la década de los 90, El Chapo empezó a mandar toneladas de drogas por túneles en Mexicali y Tijuana con destino a Estados Unidos.
De hecho, en su escape de 2015 de un penal de máxima seguridad, lo hizo cavando un hoyo debajo de la prisión y un pasadizo de más de un kilómetro y medio de largo. Sin embargo, la mente maestra de ese método de tráfico de drogas no era Guzmán Loera, sino un hombre que dedicó su vida a la construcción: José Sánchez Villalobos.
Este diario ha documentado que Villalobos construyó para el cártel de Sinaloa dos de los túneles más notorios que se hayan descubierto. En 2010 y 2011, trabajó en pasadizos de 800 metros de largo y una altura de 1.50 metros, uno de ellos había sido descubierto en una casa de la colonia Nueva Tijuana, también en la zona del aeropuerto, que llegaba hasta una bodega en San Diego.
Durante el periodo en que Villalobos estuvo al mando de los túneles, incluso otros cárteles pagaron “derecho de piso” y se cruzaron toneladas de drogas con destino a California. Hasta enero de 2020, cuando fue extraditado a Estados Unidos.
Aunque fueron benevolentes con El señor de los túneles, ya que fue sentenciado a pasar 10 años en prisión y le fueron descontados sus años en una prisión mexicana. En abril de este año, este diario contactó al Buró Federal de Prisiones, el cual aseguró que hasta ese día no se pudo localizar en sus registros carcelarios a Sánchez Villalobos.
El hombre que construyó los pasadizos para El Chapo ha pagado su delito, y se desconoce su paradero. Mientras que su jefe, ha sido sentenciado a pasar toda la vida en prisión y entre sus delitos están la construcción de estos subterráneos. Hoy son sus herederos quienes se encargan de seguir el legado de la transportación de drogas a través de esas vías.