Sofía Viridiana, Una Víctima de Tortura Sexual en México

Sabado,4 Febrero de 2023

La joven de 35 años se encuentra presa en Almoloya, donde pasó 12 años sin sentencia, hasta el 2022 cuando fue condenada a 40 años de prisión
En México, la tortura sexual ha sido una práctica común de autoridades judiciales para privar a mujeres de su libertad. Aunque existen sentencias internacionales, poco se ha hecho para que las víctimas accedan a la justicia.
El 6 de abril de 2010, un grupo de sujetos detuvieron a Sofía Viridiana Sánchez Guerra, mientras transitaba en su automóvil por calles de Cuautitlán Izcalli, en el Estado de Méxic. Pensó que la estaban secuestrando.

Presa en el Centro de Reinserción Social Santiaguito, Almoloya de Juárez, en el Estado de México, Sofía Viridiana Sánchez Guerra, de 35 años, narra su historia.

Yo me encontraba a bordo de un vehículo camino hacia un banco, a depositar la renta de la casa donde yo habitaba. Me detienen exactamente en la Glorieta de Palomas. Yo iba acompañada en ese momento de una persona que era menor de edad, hija de una amiga mía, de 15 años

“Me choca un vehículo por la parte trasera del vehículo que yo iba manejando, otro vehículo se me cierra en la parte de enfrente y se cierran dos más en los costados, descienden de esos vehículos puros hombres vestidos de civil. Todos los vehículos eran particulares, nadie ni nada tenía logotipo de alguna corporación policiaca”, explica.

Abren las puertas, bajan a la menor que tenía conmigo y a mí también por la fuerza, insultándonos y por la fuerza nos suben a dos vehículos distintos

Antes de presentarla ante un ministerio público, los sujetos la encerraron en una bodega, donde ejercieron contra ella tortura sexual, intentaron ahogarla y le infringieron varias heridas en el cuerpo.

“Todo el tiempo me decían que me iban a violar, que uno de ellos tenía sida, que me iban a contagiar”, menciona Sofía.

Me amarran los pies por debajo de la banca y empiezan a tirarme agua, agua como a presión, con la cabeza colgando, el agua entraba a mi nariz, a mi boca, me pusieron un trapo en la boca por dentro y por fuera, me amordazaron, definitivamente me estaban asfixiando

Durante la tortura, la cuestionaban sobre el paradero de su entonces pareja sentimental, pero el desconocer en dónde se encontraba esa persona hizo que viviera ese suplicio.

Me estaban tocando, obviamente todo el tiempo estuvieron tocándome, me daban puñetazos en las costillas, cachetadas en la cara, en las piernas y continuaban con esta situación de que les diera la información que yo no tenía

Luego de 13 horas, agentes de la entonces Policía Federal la obligaron a firmar, bajo amenazas, su participación en el delito de secuestro y delincuencia organizada, pasó 12 años privada de su libertad, sin sentencia. En enero de 2022, fue condenada a 40 años de prisión.

En 2017, la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos recomendó al gobierno de México investigar los delitos contra Sofía, así como castigar a las personas responsables de lo ocurrido.

Por su calidad de víctima directa de delitos, Sofía se encuentra inscrita en la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado.

Ocho de cada 10 mujeres privadas de su libertad en México sufrieron violencia, incluyendo tortura sexual, en diferentes etapas de sus procesos judiciales.

Así lo determinó el ‘Primer Diagnóstico sobre Tortura Sexual Cometida contra Mujeres Privadas de su Libertad en México’, elaborado por la Secretaría de Gobernación, en cumplimiento de una sentencia ordenada por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, por el caso de 11 mujeres sobrevivientes de tortura sexual durante un operativo en San Salvador Atenco, en 2006.
Melissa Zamora, abogada en Centro Prodh indica que “la tortura es una práctica que ha estado presente en nuestro país desde hace muchos años, muestra cómo hay deficiencias serias en las autoridades de procuración de justicia, en las autoridades de seguridad pública para hacer investigaciones efectivas”.

Casos como el de Sofía, demuestran cómo las autoridades criminalizan a las mujeres por presuntos delitos que cometieron personas cercanas a ellas, como sus parejas sentimentales.

“En muchos de los casos que hemos documentado, las mujeres son relacionadas con la comisión del delito por su cercanía con algún familiar o alguna circunstancia que las hacía cercanas al contexto de la comisión del delito y que cuando las autoridades no juzgan con perspectiva de género, no analizan a profundidad los casos, simplemente se les atribuye una responsabilidad equivalente a la participación de otras personas”, expresa Zamora.

Por la tortura contra Sofía, nadie ha sido detenido y ella purga una pena de la que asegura ser inocente. “No tengo idea, definitivamente no tengo idea de por qué estoy aquí”, asegura Sofía Viridiana.