Santa María Jalapa del Marqués, La decadencia de la pesca y el “surgimiento” del turismo en Oaxaca
10 de Junio 2024
Hasta hace 22 años, Santa María Jalapa del Marqués era conocido como el Imperio de la Mojarra, debido a que en la presa “Benito Juárez” crecían y se reproducían especies de hasta dos kilos de peso y con un sabor inigualable, cuya fama llegaba a países como China.
La pesca sostenía a esta población de la región del Istmo de Tehuantepec de Oaxaca, donde a finales de la década de los 50 fueron inundadas las 70 mil hectáreas de superficie sobre las que se había fundado el pueblo original de Jalapa o el Pueblo Viejo, como le llaman ahora, para darle forma a la presa.
Todos los días, cuentan los pescadores, se sacaban de la “Benito Juárez” cientos de kilos de mojarra, bagre y charal; sin embargo, de eso, no queda casi nada.
“Se está cayendo: primero cayó el Granero del Istmo, que era aquí en este territorio donde estamos ahorita. Era el Granero del Istmo porque toda cosecha que tú sembrabas, todo se daba… era fértil. Ahorita estamos pasando como El Imperio de la Mojarra; ya hay poca mojarra…”, lamenta Carlos Francisco Sibaja, un pescador de la región, quien ve todos los días cómo se fuente de trabajo agoniza.
A duras penas, los pescadores sustraen actualmente dos o tres kilos diarios de producto… a los que mejor les va, sacan 12 kilos. Venden cada kilo en 50 pesos.
“Como ahorita pues, siete mojarras llevo, pues (comencé a trabajar) en la mañana temprano…”.
“No, desde las 7:00 horas. Mojarritas, pues, no grandes. Mojarras medianas”.
Ante la crisis, en menos de siete años el padrón de pescadores se redujo de 350 a 160 miembros.
“Muchos compañeros se están dedicando al trabajo del maguey, otros se han ido a Estados Unidos. Otros están de ayudantes de albañil u otro trabajo que haya en Jalapa del Marqués, pero la pesca ahorita somos poquitos”, explica Carlos Francisco Sibaja.
Las Ruinas que emergen en medio de la sequía.
Jalapa del Marqués se ha hecho famoso porque las sequías que han afectado Oaxaca durante los últimos años, provocaron que la presa haya llegado a perder hasta 75 por ciento de su nivel, lo que ha dejado al descubierto las ruinas del Pueblo Viejo.
Pescadores han visto en el turismo un paliativo, al combinar su oficio con el de guías y cobrar 500 pesos para llevar en lancha a los curiosos a conocer la zona,
Pero para muchos, la actividad no es sustentable, pues las ruinas únicamente son visibles en estiaje y sólo tres pescadores cuentan con lanchas acondicionadas.
Para los trabajadores, la sequía no es un problema ineludible, pues, según su experiencia, basta con una regular temporada de lluvia para que la presa “Benito Juárez” recobre su capacidad y puedan continuar pescando como lo hacían hasta hace 22 años.