AMLO pinta su raya de los Yunes azules y niega pacto de impunidad para que votaran a favor de la reforma
12 de Septiembre 2024
Lavándose las manos, como Poncio Pilatos, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó cualquier tipo de negociación con el senador Miguel Ángel Yunes Márquez y su familia para que aprobaran la reforma judicial, y pidió que no se realicen interpretaciones simplistas sobre el voto a favor del todavía legislador panista, quien ya fue desconocido por su partido en Veracruz. Durante su conferencia de prensa mañanera, López Obrador respondió a las críticas sobre la existencia de un pacto de impunidad con la familia Yunes en relación con la votación. Al respecto, el mandatario aclaró que él no habló “con el señor Yunes ni con su hijo” y reconoció que mantiene diferencias con Miguel Ángel Yunes Linares, exgobernador de Veracruz y padre del senador, pero insistió en que estas divergencias no influyeron en la votación. “Tengo diferencias con él, son públicas, notorias, como tengo diferencias con muchos otros, pero siempre en la política hay que optar entre inconvenientes y es buscar el equilibrio entre la eficacia y los principios”, aseguró. Y en una reedición de la frase “haiga sido como haiga sido”, de su archienemigo Felipe Calderón, López Obrador señaló que, “más allá de cómo se logró la mayoría en el Senado, lo relevante es el impacto que esta reforma tendrá en el futuro de México”. Según el mandatario, “es importante cómo se logró esa mayoría, pero también hay que ver el beneficio que va a significar para el futuro de nuestro país que puedan los jueces impartir justicia por haber sido electos por el pueblo, no por las cúpulas del poder”, afirmó. El presidente justificó que la idea de una negociación entre su gobierno y los Yunes proviene de lo que él considera una visión conservadora que suele interpretar las acciones políticas como intercambios de favores. “Buscan otra interpretación que no fuese tan simplista de ´el toma y daca´, el de la moneda de cambio, la relación mafiosa. Por qué no se interpreta de otra forma”, aseguró López al referirse a las acusaciones de sus opositores. Sin embargo, el presidente no descartó que el exsecretario de Gobernación y coordinador del grupo parlamentario de MORENA en el Senado, Adán Augusto López, haya tenido diálogo y negociado con los Yunes para aprobar la iniciativa, lo que calificó como algo normal, pero negó que se haya prestado a una “transa” para conseguir el voto. “Sí, no sé (qué hablo Adán con Yunes) es su trabajo de él. Cómo no va a hablar un dirigente de un grupo parlamentario cuando se está buscando tener los votos para aprobar una reforma constitucional, claro que sí. No me informó (Adán sobre su plática con Yunes), no creo que haya transado para decirlo con claridad, eso no lo hace ningún integrante de MORENA “, expresó. No obstante, reiteró que su Gobierno no negoció “nada” con la familia Yunes y mencionó que se piensa que hay una negociación debido a que es la forma común de pensar de los conservadores, quienes creen “que somos iguales a ellos”. “Lo que se tiene que pensar es que hace falta esta reforma. Sí importa (cómo se obtengan los votos) porque en política los medios son fines, no es como lo definió Maquiavelo que el fin justifica los medios, no, fueron cuestiones políticas”. Por último, López Obrador consideró que MORENA no le abriría las puertas a Yunes y que lo de ayer no sienta las bases de una alianza con el Gobierno de la llamada Cuarta Transformación. “Yo no sé (si MORENA le abrirá las puertas), porque lo de ayer no fue un asunto partidista. No (le haré una invitación al partido) y creo que él tiene bastante claro que no se trata de una alianza con el Gobierno que yo represento, porque yo no transo ni establezco relaciones de complicidad con nadie”, concluyó.