Al estilo Zetas, Omar García Harfuch acercará Fuerzas Especiales del Ejército al Cártel de Sinaloa, advierte Jesús Lemus
14 de Octubre 2024
Al cumplirse un mes de guerra entre Los Chapitos y El Mayito Flaco, un grupo de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano llegó a Culiacán provenientes de la Ciudad de México; reforzarán las labores de seguridad en Sinaloa y se ubicarán en las instalaciones de la Novena Zona Militar. Sin embargo, el periodista Jesús Lemus advierte que se corre el riesgo de que se vuelva a repetir lo que ocurrió con Los Zetas a finales del milenio pasado.
Registros de fuentes de seguridad señalan el mes de diciembre de 2008 como el inicio de las reuniones entre Arturo Guzmán Decena (El Z-1), con elementos del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) del Ejército, a quienes convenció para sumarse a las filas del Cártel del Golfo, en ese entonces bajo las órdenes de Osiel Cárdenas, pero que tras una década se separaron y formaron uno de los cárteles más sanguinarios de la historia: Los Zetas. Hoy sus remanentes siguen peleando en el norte del país bajo el nombre de Zetas Vieja Escuela y el Cártel del Noreste.
“¿Qué pasó cuando mandaron también fuerzas especiales a Tamaulipas?, pues nacieron Los Zetas. Entonces, todo esto que estamos viviendo ahorita, es una historia que ya vivimos y queremos repetirla. Parece que no entendemos”, lanzó el periodista Jesús Lemus en entrevista para este medio.
El envío de militares de Fuerzas Especiales a Sinaloa ocurre después de la reunión que mantuvieron el gobernador Rubén Rocha Moya, Omar García Harfuch (secretario de Seguridad y Participación Ciudadana) y el titular de la Sedena, Ricardo Trevilla Trejo. También se espera que en los próximos días lleguen al estado más elementos de la Guardia Nacional.
Con los adiestramiento militar que tenían, Los Zetas no sólo se convirtieron en la guardia personal de Osiel Cárdenas, también en su principal brazo ejecutor para atacar a sus rivales; en tanto, mientras el liderazgo del Cártel del Golfo menguaba, Los Zetas se hacían más poderosos, conquistaron territorios con tácticas de guerra, implementaron cobros de piso y extorsiones para generar ingresos y sembraron el terror como medida de presión y dominio.
“Las élites en el poder parece que no entienden que esto ya lo pasamos: no funcionó e insisten en volver a ello. Yo veo mucho riesgo que manden fuerzas militares de élite, de alta capacitación, a enfrentarse con grupos de delincuentes que van a terminar secuestrándolos o convenciéndolos a cambio de fuertes cantidades de dinero”.
Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum minimizó la ola de violencia que azota a Sinaloa desde el pasado 25 de julio, al comparar los datos que crímenes ocurridos en Guanajuato, su gabinete de seguridad sí colocó a la entidad entre las primeras visitas en su agenda. Conviene mencionar que desde la detención de Ismael El Mayo Zambada se documentan 278 personas desaparecidas; además, 187 homicidios dolosos registrados entre el 9 de septiembre y el 9 de octubre.
“Los van a mandar a combatir al narco, y el narco tiene un increíble poder de convencimiento, sea por las buenas o por las malas. Con uno que deserte de las Fuerzas Especiales y se pase a las filas del narcotráfico, les estarían entregando ‘instrumentos de capacitación’ al crimen organizado: conocimientos de guerra, tácticas, investigación, infiltración, inteligencia y tortura. Les están mandando un libro, un manual al narcotráfico para que se actualice”.