¿Una nave espacial para llevar café a Marte? El error de una diputada de Veracruz que destapó el olvidado Proyecto Ares

La confusión en tribuna revela la desfinanciación y el olvido de un ambicioso plan mexicano para simular la vida en el planeta rojo, del que no se sabe nada desde hace años.
Un discurso lleno de imprecisiones científicas y afirmaciones fantásticas le valió a la diputada local morenista Victoria Gutiérrez Pérez convertirse en el centro de una polémica en el Congreso del Estado.
Durante una intervención plenaria, la legisladora aseguró que científicos veracruzanos tienen lista una “nave espacial” para viajar a Marte con el loable, pero imposible, objetivo de llevar el aroma del café veracruzano al espacio.
Sus declaraciones, que rápidamente se viralizaron en redes sociales, confundieron por completo los trabajos del denominado Proyecto Ares, una iniciativa mexicana originada en Veracruz hace varios años, cuyo propósito real dista mucho de la descripción ofrecida por la diputada.
La confusión: Una base Marciana, no una nave interestelar
De acuerdo con fuentes científicas cercanas al proyecto, el Proyecto Ares nunca contempló la construcción de un cohete o nave espacial para viajar desde la Tierra a Marte.
Su objetivo central era y es el diseño y desarrollo de una estación espacial análoga para simular las condiciones de vida en Marte.
Esta estación, compuesta por estructuras o módulos habitacionales (a los que en el argot del proyecto se les denomina “naves”), estaría destinada a la generación de alimentos y el estudio de cultivos, como plantas, en condiciones extremas similares a las del planeta rojo.
Es decir, lo que se propuso construir fueron prototipos de bases para ser utilizadas en la superficie de Marte, no el vehículo para transportarlas hasta allí.
Un detalle crucial que la diputada pasó por alto, dando a entender que Veracruz estaba a punto de lanzar su propia misión tripulada.
Un proyecto en el Limbo por falta de recursos
La exposición de Gutiérrez Pérez también omitió un hecho fundamental: el Proyecto Ares, liderado en su momento por el Doctor Omar Pensado Díaz del Centro de Investigaciones Atmosféricas y Ecológicas de Veracruz, lleva años sin reportar avances significativos debido a la severa falta de recursos económicos.
La iniciativa, que en su momento despertó interés, se encuentra prácticamente en pausa, lejos de tener ningún artefacto “listo” para su lanzamiento.
Esto no impidió que la legisladora, en un afán por enaltecer la ciencia local, realizara una peculiar solicitud: pidió a los científicos que la apoyen para que “en la ciencia y en el espacio esté el aroma de nuestro café”.
Una petición que, además de la confusión de fondo, ignora un principio básico de la física: en el vacío del espacio, donde no hay atmósfera ni oxígeno, es imposible que se propague ningún aroma.
Burlas y críticas entre compañeros de legislatura
La sucesión de errores fácticos y conceptuales no pasó desapercibida al interior del propio recinto legislativo.
Según testigos, las declaraciones de la diputada morenista fueron recibidas con sonrisas, murmullos y abiertas burlas por parte de varios de sus colegas, quienes no dudaron en señalar la falta de rigor de la exposición.
La anécdota dejó en evidencia la necesidad de un mayor diálogo y asesoría entre la clase política y la comunidad científica, para evitar que las iniciativas locales, aunque ambiciosas, sean presentadas bajo una luz que las aleja de la credibilidad y las acerca a la caricatura.
Mientras tanto, el aroma del café veracruzano tendrá que seguir conquistando paladares en la Tierra, a la espera de que proyectos como el Ares reciban el impulso necesario para, en un futuro muy lejano, quizá despegar.