Más tormenta para los hidalguenses’: Gobierno los olvida y recurren a medidas desesperadas

Los habitantes de Hidalgo han recurrido a medidas desesperadas tras el abandono de las autoridades.
Habitantes del municipio de Huehuetla, ubicado en el corazón de la sierra Otomí-Tepehua, en Hidalgo, suplicaron ayuda por parte de las autoridades debido a que se encuentran incomunicados, sin luz eléctrica y con escasez de alimentos.
Hasta el momento las escuelas de la cabecera municipal están destruidas y no ha llegado ninguna ayuda gubernamental, mientras que la alcaldesa, Yaralén Cortés Mendoza, brilla por su ausencia sin aportar ninguna ayuda.
Señalaron que las tormentas Priscila y Raymond los dejó sin nada, todo está destruido, en penumbras, sin comida y sin agua potable, debido a que los caminos se encuentran bloqueados y es imposible que lleguen por tierra los víveres.
Aseguraron que por momentos se conectan a una planta de luz; sin embargo, el combustible para operarla está por terminarse y no tienen cómo conseguir.
Pidieron a las autoridades no olvidarse de ellos, pues la situación en que se encuentran es verdaderamente crítica.
Autoridades ‘olvidan’ a hidalguenses tras lluvias; habitantes ‘pierden la Esperanza’
Mientras que pobladores del municipio de Molango, también contactaron a esta agencia de noticias para lanzar un llamado de auxilio a las autoridades debido a que se encuentran incomunicados y la ayuda no llega.
Hasta el momento, vecinos de las comunidades de Tlatzintla, San Antonio, Ixcatlán, Itzquicuila, Temacuil carecen de alimentos y de luz eléctrica.
En La Esperanza Número 1, una comunidad de Huehuetla, Hidalgo, los habitantes se vieron obligados a recurrir a una desesperada llamada de auxilio al pintar la leyenda “SOS” con cal sobre un terreno visible desde la distancia.
La acción tiene como objetivo atraer la atención sobre la grave crisis que atraviesan debido a la escasez de alimentos, agua, electricidad y medios de comunicación.
La situación es crítica. Niños, maestros y residentes del lugar permanecen aislados, sin contacto con el exterior y sin haber recibido ningún tipo de asistencia.
Un familiar de los afectados ha confirmado que, además de los víveres, la comunidad enfrenta una alarmante falta de medicamentos, lo que agrava aún más las condiciones de salud y supervivencia de los pobladores.