Decretazo de última hora sacude a Veracruz: Transiciones municipales serán “al minuto” y sin margen de escape
Veracruz despertó este martes con un bombazo político: la publicación del Decreto Número 271 en la Gaceta Oficial del Estado.
Xalapa, VER.– Veracruz despertó este martes con un bombazo político: la publicación del Decreto Número 271 en la Gaceta Oficial del Estado, una reforma que llega justo cuando faltan semanas para que los nuevos Ayuntamientos tomen protesta el 1 de enero de 2026… y que ya encendió alarma, sospechas y comentarios en todo el estado.
La LXVII Legislatura aprobó el decreto que modifica artículos clave de la Ley para la Entrega y Recepción del Poder Ejecutivo y la Administración Pública Municipal, así como de la Ley Orgánica del Municipio Libre.
¿La lectura más sonora? El Gobierno del Estado ajusta el reloj político y nadie tendrá margen para jugar con los tiempos.
ENTREGA-RECEPCIÓN: DIRECTO EL 1 DE ENERO
El Artículo Primero no deja lugar a dudas:
La entrega-recepción deberá realizarse el mismo 1 de enero, en el momento en que los nuevos Ayuntamientos se instalen.
Sin retrasos.
Sin negociaciones.
Sin maniobras de pasillo.
Una medida que amarra de manos a los alcaldes salientes y pone bajo reflector a los equipos entrantes.
OFICIALMENTE:
La reforma busca “garantizar un proceso ordenado y formal”.
EXTRAOFICIALMENTE:
En distintos municipios ya lo interpretan como un freno seco a cualquier intento de opacidad, cambios de última hora, ajustes misteriosos o papeles que “desaparecen” cuando se acerca el cambio de administración.
Porque la realidad política es evidente:
Con cabildos divididos, intereses chocando y un proceso electoral aún reciente, este decreto cae como un mensaje directo desde Xalapa:
“No habrá sorpresas el 1 de enero. Aquí se entrega como se debe… y cuando se debe.”
¿ADMINISTRATIVO… O POLÍTICO?
Esa es la pregunta que ya retumba en pasillos, cafés políticos y redes sociales.
Lo que es seguro es que este decreto convierte el próximo 1 de enero de 2026 en una fecha de máxima tensión, donde cada municipio deberá cumplir un proceso de transición acelerado, vigilado y más estricto que nunca.
En Veracruz, el reloj ya empezó a correr. Y nadie quiere quedarse atrás.
Caos en la Huasteca
