Cisneros: la mano que mece la cuna
El operador silencioso detrás de Nahle, la Fiscalía y el Poder Judicial en Veracruz
En Veracruz hay figuras que no necesitan cargo visible para mover los hilos. Y una de ellas, según coinciden diversas voces políticas, es Eric Cisneros Burgos, quien se mantiene como la mano que mece la cuna en los espacios más sensibles del poder estatal.
Mientras la gobernadora Rocío Nahle ocupa la vitrina pública, detrás de ella opera una estructura que —aseguran actores locales— continúa respetando y resguardando la posición política de Cisneros. La influencia del exsecretario no desapareció: solo cambió de forma.
La Fiscalía: un espacio donde nada se mueve sin el visto bueno “superior”
Fuentes políticas y jurídicas señalan que la Fiscalía General del Estado mantiene una línea marcada con el sello del viejo operador. Las decisiones estratégicas, los nombramientos y las directrices internas seguirían respondiendo más a acuerdos de poder que a autonomía institucional.
La cercanía histórica entre Cisneros y los mandos de la Fiscalía no es un secreto, y su sombra continúa proyectándose en la agenda interna.
El Poder Judicial: un terreno donde el control se construye con silencios
En el Poder Judicial del Estado, la percepción es la misma: la presencia política del exsecretario sigue influyendo en nombramientos, equilibrios internos y movimientos clave.
No aparece en actos públicos, no da entrevistas, no busca reflectores… pero su mano sigue ahí, firme, operativa, calculadora.
Nahle: gobernadora con poder… pero no sola
Aunque Rocío Nahle encabeza el gobierno estatal, sectores políticos sostienen que no gobierna aislada: Cisneros continúa siendo una pieza central, uno de los grandes arquitectos del control interno, alguien cuya influencia ella misma reconoce y respeta.
La lectura general es clara:
Nahle gobierna hacia afuera; Cisneros opera hacia adentro.
El verdadero mapa del poder en Veracruz
La combinación Nahle–Cisneros no es casualidad ni improvisación. Representa un modelo de control, donde la gobernadora encarna la imagen pública del proyecto, mientras Cisneros mantiene las palancas internas del sistema político, jurídico e institucional.
En Veracruz, hoy más que nunca, el poder no solo se ejerce… también se oculta.
Y en ese juego, hay una mano que mueve todo sin aparecer en la foto.
