60 MIL MILLONES DE PESOS EN VAGONES DE MÁS DE 60 AÑOS QUE EL GOBIERNO PRESUMIÓ COMO “NUEVOS”
Los vagones del Tren Interoceánico que descarrilaron este domingo en Oaxaca dejando 13 muertos y 98 heridos tienen un secreto que el gobierno prefirió ocultar: son Budd Standard Passenger Coach fabricados en Estados Unidos entre 1950 y 1960. Tienen más de seis décadas de antigüedad.
La Secretaría de Marina compró locomotoras y vagones de segunda mano al Reino Unido y Estados Unidos. Tres locomotoras clase 43 y 11 vagones con al menos 40 años de uso llegaron en septiembre de 2023 desde Great Yarmouth en un barco procedente de Inglaterra. Locomotoras SD70M desechadas por Union Pacific también fueron “rehabilitadas” para este proyecto.
El propio gobierno admitió que el servicio de pasajeros comenzó a operar con “material rodante reacondicionado”, una decisión que desde el inicio generó debate sobre la antigüedad del equipo y los estándares de seguridad.
Mientras presumen una inversión de 60 mil millones de pesos, la Auditoría Superior de la Federación ya había reportado irregularidades por 57.75 millones en la Línea Z donde ocurrió el accidente: pagos en exceso, duplicidades en contratos, trabajos inexistentes y fallas estructurales.
No es la primera vez que falla la infraestructura: en 2022 los durmientes del tramo Palomares-Nuevo Progreso colapsaron durante la construcción, provocando un descarrilamiento que dobló 2 kilómetros de vía. El director del proyecto entonces dijo que “no fue un problema de mala calidad”.
Hoy 13 familias mexicanas están de luto porque viajaban en vagones de chatarra que el gobierno vendió como un proyecto de primer mundo.
