Fernando Yunes con el agua al cuello!!!

**Desvíos de recursos, negocios, campañas familiares, daños patrimoniales.

**Le urge dinero en líquido y por eso su desesperación con el tema del Carnaval 2022.

**Festividad que ya no le tocará a Fernando Yunes y que quiere administrar antes de largarse.

**En febrero de 2022 Yunes Márquez andará bailando a salto de mata por todas las denuncias que pesan sobre el.

Veracruz, Ver. 12 noviembre 2021.

Nunca antes se había visto tan urgido de dinero a un presidente municipal de Veracruz como ocurre ahora mismo con Fernando Yunes Márquez. 

Es sabido que al Clan-Yunes ya se les acabó el poder. Les tienen cerradas las llaves para evitar el “Año de Hidalgo” y que están buscando tapar todos los desvíos de dinero que han hecho en los últimos años en negocios familiares, así como el desvío a las campañas de Miguel Ángel Yunes Márquez y posteriormente en la de Patricia Lobeira.

Debido a todo esto Fernando Yunes agarró como pretexto las fiestas del Carnaval de Veracruz 2022 (fiesta que ya NO le tocará) para pedir más dinero y presionar al gobierno del estado.

Y aunque saben que los tribunales electorales seguramente anularán la elección municipal por rebasar el tope de gasto de campaña, así como una infinidad de irregularidades en el proceso electoral, los Yunes insisten en llevarse a las bolsas cuanto peso vean a su alcance antes de largarse.

Viendo el panorama que se les viene encima los del “Clan-Yunes” han mandado a toda la “batería”, encabezada por su empleado el Pollo Pérez Fraga, para presionar al gobierno del estado para que les entregue dinero en EFECTIVO al Comité Organizador del Carnaval de Veracruz 2022, cuando ellos ya no van estar gobernando Veracruz para fortuna de los veracruzanos, quienes están hartos de los Yunes.

Con que calidad moral Fernando Yunes sale a pedir dinero al Gobierno del Estado para una festividad que de acuerdo al calendario se realizaría del 23 de febrero al 01 de marzo de 2022, cuando su administración ocupa el primer lugar de los municipios más corruptos del estado.

En las fechas en que se realice el Carnaval 2022 Fernando Yunes andará a salto de mata huyendo por todas las denuncias penales que pesan hoy en día sobre el, que gracias al “fuero constitucional” que tendrá hasta el 31 de diciembre de este año lo convierte en “intocable”…. por ahora.

El Gobierno del Estado ha dicho que respaldará al Carnaval de Veracruz con promoción, seguridad, organización, pero no le va dar un solo peso EN EFECTIVO a la administración municipal de Fernando Yunes, catalogada como corrupta por el saqueo y desvíos de recursos públicos en los últimos 4 años, desde el año 2018 al día de hoy.

Y es que la administración de Fernando Yunes Veracruz suma en sus primeros tres años de gobierno (2018-2020) un daño patrimonial por $176 millones 842 mil pesos, de los cuales ha podido comprobar o subsanar menos del 5% por ciento de los recursos.

De acuerdo con informes del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) en el año 2018 se presentó un daño patrimonial por parte de Fernando Yunes por el orden de los $13 millones 339 mil 877.

En el año 2019 el daño patrimonial fue de $74 millones 540 mil 593. 

Y en el año 2020, el monto observado fue por $88 millones 961 mil 635 pesos, más lo que se acumule en la cuenta pública 2021.

En su desesperación por obtener lana Fernando Yunes puso a su cuñada Patricia Lobeira a pedirle dinero al Gobierno del Estado, cuando saben que la elección no está definida en el puerto de Veracruz.

En el teatro que montan, ahora acaban de mandar al dirigente de los músicos, Jaime León Perea “El Marro”, con “el cuento” de exigir al presidente del comité del carnaval de Veracruz, Luis Antonio Pérez Fraga que lancen las convocatorias para elegir a los Reyes Infantiles, al Rey de la Alegría y a la Reyna del carnaval 2022.

Solamente falta que Fernando Yunes mande con una batucada a Josefina “La Gran Boa” a una marcha por toda la avenida Independencia a pedir dinero al Gobierno del Estado para el Carnaval 2022 que ya no va estar en sus manos dicha organización, ni como todo parece indicarlo en las de Patricia Lobeira.