Bielorrusia encarcela a dos periodistas por retransmitir protestas en Minsk

Katsiaryna Andreyeva y Darya Chultsova, de 27 y 23 años, fueron detenidas en noviembre en un apartamento desde el cual habían filmado las protestas por la muerte de un manifestante.

Dos periodistas bielorrusas de Belsat, el canal de televisión por satélite polaco que retransmite para Bielorrusia, han sido condenadas a dos años de prisión cada una por informar en directo desde una manifestación en Minsk el pasado mes de noviembre. Su delito: filmar las protestas.

Katsiaryna Andreyeva, de 27 años; y Darya Chultsova, de 23, fueron detenidas en noviembre en un apartamento desde el cual habían estado filmando las protestas que tenían lugar por la muerte de un manifestante días antes, Raman Bandarenka.

Como prueba material, la fiscalía presentó una cámara de video, un micrófono, teléfonos móviles, memorias USB y chalecos de prensa. Según la investigación, las periodistas de Belsat reunieron a los manifestantes con sus retransmisiones, y esto provocó un corte en el servicio del transporte público en Minsk.

Ambas mujeres se declararon inocentes tras ser acusadas de orquestar las manifestaciones al filmarlas, y señalaron que las imputaciones tenían motivaciones políticas. Pero hoy la jueza Natallya Buhuk (del tribunal de distrito de Frunze en la capital bielorrusa) condenó a Andreyeva y Chultsova después de declararlas culpables de “organizar eventos públicos destinados a alterar el orden público”. Las organizaciones bielorrusas de derechos humanos han presentado a Andreyeva y Chultsova como presas políticas y han exigido su liberación inmediata y la retirada de todos los cargos en su contra. Más de 33.000 personas han sido detenidas en una violenta represión contra las protestas contra el gobierno.

BRUTALIDAD ENMASCARADA

Bandarenka, el activista por el cual se celebraba la manifestación que ha llevado a ambas periodistas a prisión, murió a causa de las heridas sufridas en una brutal paliza por parte de un grupo de asaltantes enmascarados, que según los activistas de derechos humanos, estaban ligados a las autoridades del país. Sucedió durante una de las manifestaciones semanales que exigían la renuncia del presidente del país, Alexander Lukashenko.

La Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y otros países se han negado a reconocer a Lukashenko, en el poder desde 1994, como líder legítimo de Bielorrusia, denunciando la “falsificación” del voto. Desde entonces, varios manifestantes han muerto y diversas organizaciones de derechos humanos señalan que hay pruebas creíbles de que los agentes de seguridad están utilizando torturas contra algunos de los detenidos. En su última declaración, Andreyeva exigió la “liberación inmediata” de “todos los presos políticos en Bielorrusia”.

ACOSO A MEDIOS Y ONG

El martes, los líderes de la Asociación de Periodistas de Bielorrusia, Andréi Bastunets y Borís Goretski, denunciaron que las fuerzas de seguridad entraron en su oficina de para realizar registros.

La ONG Vesna también informó a través de Telegram de los registros tanto en su oficina en el oficina de Minsk, como en delegaciones regionales. Además, confirmó que hubo registros también a varios periodistas y defensores de derechos humanos.

Diplomáticos de la Unión Europea, Estados Unidos, el Reino Unido y Suiza condenaron estos registros a periodistas y activistas.
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