La Fiscalía denuncia a uno de los hijos de Bolsonaro por blanqueo de dinero
Flávio Bolsonaro nombró a más de 20 asesores cuando era diputado en la Asamblea de Río para que le entregaran de vuelta parte de su sueldo y después blanquear el dinero. El escándalo es el caso de corrupción más grave que afecta a la familia Bolsonaro
Después de dos años de investigación, la Fiscalía de Río de Janeiro llegó, en un documento de más de 300 páginas, a una conclusión demoledora para la familia Bolsonaro: el senador Flávio Bolsonaro lideró durante años una organización que blanqueó dinero de dinero. Según adelantó el diario O Globo, el hijo del presidente brasileño fue denunciado por delitos de blanqueo de dinero, peculado (robo de fondos del erario público) y pertenencia a organización criminal.
Los hechos se refieren a la etapa en que el actual senador era diputado en la Asamblea del Estado de Río de Janeiro (Alerj), entre 2003 y 2019. En todos esos años Flávio contó con la ayuda de un viejo amigo de la familia, el expolicía Fabrício Queiroz, pieza clave en toda la trama, que también fue denunciado. Queiroz era su principal asesor, el hombre de los recados y el encargado de organizar el llamado ‘esquema de las rachadinhas’.
Queiroz se encargaba de recopilar parte del salario de los asesores que Flávio nombraba a dedo para su gabinete (eran decenas). Desviaba dinero público y luego lo blanqueaba de las más diversas formas: desde transacciones inmobiliarias hasta una tienda de chocolate en un centro comercial, pasando por el pago de altos gastos personales en dinero en metálico.
En la denuncia, los fiscales apuntan que el senador usó al menos 2,7 millones de reales (más de 400.000 euros) en dinero en efectivo con origen irregular, y apunta a al menos 23 ex asesores, muchos de los cuales eran funcionarios fantasma que nunca llegaron a poner un pie en la sede de la Asamblea de Río.
La Fiscalía los agrupa en tres grupos: los amigos y vecinos de Queiroz, una decena de parientes de Ana Cristina Siqueira Valle, exmujer de Bolsonaro y madrastra de Flávio, y los familiares de Adriano da Nóbrega, una de las ‘amistades peligrosas’ de los Bolsonaro.
Adriano era un ex agente de la Policía Militar que lideró durante años el Escritorio del Crimen, un peligroso grupo paramilitar de Río de Janeiro que estuvo en el punto de mira por el asesinato de la concejala Marielle Franco. Fue asesinado en extrañas circunstancias en febrero, durante una operación que intentaba capturarle.
El pasado mes de junio, la policía logró detener a Queiroz, después de meses en paradero desconocido. Estaba escondido en una casa de campo de Frederick Wasseff, abogado de la familia Bolsonaro. Desde que está preso hay mucha expectación sobre una posible confesión que podría sacar a la luz los trapos sucios de la familia presidencial, sobre todo los vínculos con las milicias.
El caso de las ‘rachadinhas’ de Flávio Bolsonaro estalló poco antes de las elecciones de 2018 y persigue a Bolsonaro desde entonces. El exministro de Justicia Sérgio Moro, héroe anticorrupción para buena parte de Brasil, presentó su dimisión el pasado mes de abril en parte como consecuencia de este escándalo. Moro, del que dependía la Policía Federal, acusó a Bolsonaro de querer interferir en la independencia de la corporación para proteger a su familia.
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