Boris Johnson levanta el confinamiento en Inglaterra a tiempo para la Navidad
El ‘premier’ ultima los detalles de un plan nacional para “permitir a las familias la posibilidad de reunirse con amigos y seres queridos” y asegura que el final de la pandemia “está a la vista”
Boris Johnson ha decidido levantar el confinamiento del coronavirus en Inglaterra el 2 de diciembre, a tiempo para las Navidades, una medida recibida con los brazos abiertos por los empresarios y por la mayoría de los británicos. El ‘premier’ anunció la vuelta a un sistema de confinamientos locales de tres niveles, en función del número de infecciones y más estrictos que hasta ahora, aunque permitiendo la apertura de las “tiendas no esenciales”, así como de los gimnasios y las competiciones deportivas al aire libre.
Johnson adelantó su intención de poner en marcha un plan ante el Covid en Navidades que se pueda implantar a nivel nacional para evitar el desfase que ha existido hasta ahora con Escocia, Gales e Irlanda del Norte. El ‘premier’ está ultimando los detalles con la ministra principal escocesa Nicola Sturgeon para “permitir a las familias la posibilidad de reunirse con amigos y seres queridos”.
Un grupo de 70 diputados ‘tories’, encabezados por el ‘brexitero’ Steve Baker, ha creado sin embargo el así llamado Covid Recovery Group para intentar forzar al ‘premier’ a levantar gran parte de las restricciones aún vigentes, reclamando “el derecho a la vida familiar”.
“El final de la crisis del coronavirus es visible”, declaró Johnson en una intervención por videoconferencia ante el Parlamento desde Downing Street, donde cumple sus 14 días de cuarentena por haber estado en contacto con un diputado conservador que dio positivo (otra norma que pasará pronto a la historia).
El éxito de los tests a gran escala, como los efectuados en el último mes en Liverpool, y la inminencia de las vacunas (como la creada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca, que ha tenido un 70% de éxito en los ensayos) son las dos razones para el optimismo, en opinión del ‘premier’.
La vuelta al confinamiento en Inglaterra, decretada el pasado 5 de noviembre, ha dado aparentemente los resultados esperados y ha servido para contener el aumento de las infecciones, que por primera volvieron a estar por debajo de las 20.000. Las 398 fallecidos atribuidos al Covid el domingo hicieron sin embargo que el Reino Unido superara el trágico listón de las 55.000 muertes, el país con más víctimas de la pandemia en Europa.
“Aún será un duro invierno, pero hemos doblado la esquina y el final está a la vista”, aseguró el ‘premier’ en su intervención ante el Parlamento. “Tenemos que dar un último empujón hasta la privamera, cuando hay toda las razones para creer que los científicos podrán derrotar el virus”.
El ‘premier’ anticipó que su Gobierno ha ordenado ya 100 millones de dosis de vacuna de Oxford y 350 millones de dosis en total, “suficientes para toda la gente en el Reino Unido y en los territorios de ultramar”. Johnson expresó su confianza en poder llevar a cabo planes de vacunación masiva antes de Semana Santa.
DUDAS FRENTE AL OPTIMISMO DEL ‘PREMIER’
El líder de la oposición laborista Keir Starmer expresó por su parte las dudas por la vuelta al sistema de alerta en tres niveles que no sirvió para atajar los brotes locales antes del confinamiento en Inglaterra. “Muchos ayuntamientos siguen expresando sus quejas”, advirtió Starmer. “¿Cuánto tiempo será el máximo que podrán permanecer en el nivel 3? ¿Van a seguir recibiendo ayudas económicas?”.
Por su parte, los diputados conservadores del ala dura -realineados ahora en torno al Covid Recovery Group- estudian la posibilidad de boicotear el plan de navidades del ‘premier’ y cuestionan el mantenimiento del “toque de queda” en los pubs a partir de las 10 de la noche (aunque los clientes dispondrán de una hora más para apurar las últimas bebidas). “Vamos a exigir al Gobierno un análisis coste-beneficio de todas las medidas”, anticipó Steve Baker. “Creo que estamos pidiendo algo modesto y razonable”.
A los gritos de “¡Libertad, libertad!”, más de 25 británicos fueron detenidos durante el fin de semana en manifestaciones de protesta contra el confinamiento, como la celebrada en el Hyde Park de Londres y en el centro de Liverpool, donde hubo enfrentamientos con la policía.
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