Paralelo al arranque de los procesos internos en los partidos políticos políticos para seleccionar sus candidatos a puestos de elección popular, se abre también a recepción de la Cuenta Pública 2020 de todos los entes audibles del presupuesto público estatal.

Este año no será la excepción para que los servidores públicos de elección directa y los funcionarios por designación caigan en la tentación de ofrecer sus oficios electorales a cambio de su calificación aprobatoria en el manejo de los dineros.

Por ahora, los 212 alcaldes de Veracruz tienen hasta el 30 de abril para entregar ante el Congreso Local sus Cuentas Públicas Municipales 2020.

Y e que el artículo 28 de la Ley de Fiscalización Superior y Rendición de Cuentas del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave obliga a la entrega de cuentas para su revisión y calificación, situación que coloca a los malos administradores en la ruta de las sanciones que van desde la devolución del dinero hasta la cárcel.

De acuerdo con la ley, el Congreso del Estado, por conducto de la Comisión de Vigilancia, remitirá al Órgano de Fiscalización Superior del Estado (Orfis) las Cuentas Públicas dentro de los primeros quince días del mes posterior en que éste las reciba, con las opiniones y recomendaciones que se estimen pertinentes.

Y precisamente es donde entra la negociación política desde el Legislativo, para apretar a los alcaldes que metieron mano al cajón y que necesitan ayuda que va desde la facilitación de despachos contables aliados, hasta el perdón, como el fue el caso del ex titular de la Sedarpa y actual dirigente del PAN, Joaquín Guzmán Avilés.

Isleño se defiende

La guerra sucia propia de los tiempos electorales ya empezó, la semana pasada el aspirante del Partido Verde a la alcaldía de Medellín de Bravo, Marcos Isleño Andrade fue zarandeado por un grupo de militantes del PT que exhibieron una presunta denuncia de violencia contra la mujer de hace siete años.

El político ya salió al paso y dejó claro que se trata de una estrategia de lodo para descarrilarlo en su ruta por la alcaldía. En sus cuentas de redes sociales dejó claro que no existen expedientes judiciales que lo involucren en ese tipo de acciones al margen de la ley.

Marcos Isleño ya fue alcalde de ese municipio y cuenta con una buena aceptación, sobretodo ahora que el actual munícipe constitucional, Hipólito Deschamps es cuestionado porque trata de entregar la administración a su incondicional amigo Gabriel Cardenas que no es el municipio y tampoco cuenta con arraigo.

Ignacio Alvarez