“VIVIR … ¿EN SEGUNDOS O COMO PRIMEROS?”
RAZÓN, TESÓN Y CORAZÓN
En nuestra vida hemos aprendido que el tiempo es un espacio en el cual se realiza una acción o se desarrolla un acontecimiento y al cual podemos medir en segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años, etcétera.
Sabemos que los momentos que definen nuestra vida se dan de manera tal que por su inmediatez ni siquiera nos dan oportunidad de actuar o reaccionar; no obstante, tenemos períodos para prepararnos de la manera más adecuada.
Ni el amor ni el éxito son espontáneos, sabemos que hemos vivido, aprendido y desarrollado nuestros sentidos e inteligencia para actuar de la mejor manera ante todo tipo de circunstancias y, aun cuando éstas nunca las hayamos imaginado, proceder de acuerdo con lo que somos.
Si las situaciones que transforman nuestra vida se pueden dar en segundos, como personas y profesionales … ¿nos hemos preparado para conducirnos como primeros?
¿Cómo nos construimos para dirigir nuestra vida?, ¿pretendemos ser líderes o preferimos mantenernos como seguidores?, realmente ¿tenemos objetivos personales o profesionales o sólo asumimos los que se nos presentan?
Hay muchas preguntas y desafortunadamente, cada vez hay menos personas que responden y actúan en consecuencia; de hecho, el avance de la tecnología cada vez es más contrastante con la cultura del esfuerzo; ya que el interés colectivo se da más por mantenerse en la comodidad de su estatus. Complementarlo sería lo idóneo no sólo sustituirlo.
Te has preguntado si … ¿tu vida se basa en la comodidad de la tecnología?
LA TRISTE SUSTITUCIÓN DEL ESFUERZO POR LA TECNOLOGÍA.
Recuerdo que, en la primaria, a pesar del trabajo de los profesores, muchos nos olvidábamos de encontrar las respuestas aritméticas con nuestra lógica y bastaba con apretar unos simples botones de la calculadora para llegar al resultado. Al vernos sorprendidos en nuestras tareas, los maestros nos daban las razones para desarrollar nuestro intelecto y prescindir de la tecnología en ese tenor; es decir, fortalecer nuestras habilidades y complementarlas con los recursos que tuviéramos a la mano. Algunos entendíamos y lo intentábamos y otros se quedaban en la comodidad del resultado y ocultaban con mentiras su pereza.
Obviamente, si esto era en mi infancia … ¿qué habrá pasado en las últimas décadas? Sólo por ejemplificar, miremos el cambio en los tiempos: el sudor del juego físico por la destreza de los dedos en los controles y tabuladores; los procesadores que sustituyen el tiempo del mecanografiado; y, la investigación en la biblioteca por la utilización de los buscadores.
Que quede claro que la tecnología no es mala; por el contrario, es un medio que facilita la vida del ser humano. Lo que puede resultar malo es que las personas la ven como un fin y ajustan su forma de vida a esas comodidades, llevándolas a un mundo virtual o de supresión constante del esfuerzo.
¿Aún recuerdas cuándo fue la última vez que prescindiste de la tecnología para hacer un trabajo físico o mental?
Ante estas circunstancias, realmente … ¿cómo hemos elegido prepararnos?
Si lo miramos en retrospectiva y lo comparamos con lo que somos, podemos saber si elegimos el camino del esfuerzo y sacrificio o bien, tomamos el de la comodidad y justificación.
Si nuestra meta de niños era tener dinero, lujos y bienes, bastará con mirar a nuestro alrededor para comprobar si lo conseguimos; si lo que elegimos fue fama y posición social, podremos considerar a quien está a nuestro alrededor y la manera que nos tratan para saber que lo logramos; y si no decidimos nada y nos dejamos llevar, dará igual lo que hagamos.
Sin embargo, si decidimos ser felices y vivimos de acuerdo con nuestras convicciones y valores, podremos entender con sólo mirarnos al espejo si así lo mostramos en nuestro semblante.
¿Qué camino elegiste en tu ayer para ser la persona que eres hoy?
¿LA FELICIDAD ES UNA ELECCIÓN?
Si elegiste la riqueza, la opulencia, la gloria o cualquier otro estado del tener o acumular, será fácil considerar si lo alcanzaste con tan sólo revisar tus bolsillos o tus compañeros.
Si tu selección fue ser poderoso, será útil descubrir el lugar que tienes al contar a los débiles que han quedado en el camino.
Si decidiste ser feliz, has entendido que lejos de ser una meta es una forma de vida, en la cual, usas tus talentos y destrezas para ser la mejor versión de ti y con ello, disfrutar tu plenitud y compartirla con quienes están a tu lado.
La sonrisa no es muestra absoluta de júbilo ni las lágrimas lo son de tristeza. Una persona feliz lo demuestra con palabras y actos y con su sola presencia al interactuar.
¿Crees que tu presencia transmite alegría a tu alrededor?
EL TAMAÑO DE MI ESENCIA.
No hay nada más difícil que ser honesto con uno mismo y así mostrarlo. Usualmente si logramos nuestros objetivos, lo sabemos y dudamos entre ser humildes o vanagloriarnos; si fallamos, entre reconocerlo o justificarnos. Nuestra reacción dependerá de quienes somos, pero siempre necesitaremos a alguien con quien compartirlo.
William Thomson Kelvin señalaba que “lo que no se mide no se puede mejorar”, que difícil resulta hacerlo con el ser humano que somos. Si tan sólo eligiéramos el tener riqueza como una meta de éxito en nuestras vidas, bastaría saber la cantidad, cuantía o influencia para saber si lo logramos; pero al tratarse de quienes somos como personas de cara a la felicidad elegida, es insuficiente saberlo en cuanto a medidas y quizás lo más que podamos hacer es percibir los sentimientos que manifestamos, compartimos y recibimos.
En consecuencia, si la gloria personal se midiera por sonrisas … ¿entenderíamos que éstas corresponderían a las que manifestamos o provocamos en otros?
Un emoji jamás sustituirá una caricia, un tic-toc nunca provocará la misma alegría que la presencia de alguien y un mensaje de texto jamás sustituirá una charla con el ser querido; en ese sentido, dale la importancia que tiene a cada cosa y entiende que la realidad virtual jamás sustituirá la magia de una relación interpersonal.
Sin duda, todos los medios digitales, electrónicos o de comunicación nos dan la facilidad de vincularnos a distancia con personas que son de nuestro interés, pero no sustituyen la presencia; es decir, no perdamos de vista que son solo herramientas para servir a nuestros fines.
Nuestro fin como personas es relacionarnos con otras y consolidar éstas; no pretendamos ser queridos por millones en ausencia. La presencia es básica, fomentémosla; obviamente, atendiendo siempre a las circunstancias.
Y a todo esto … ¿sientes más plenitud al expresar tus sentimientos en persona o de manera virtual?
PRIMERO SOY … ¿LUEGO?
Conforme a lo que hemos señalado, si viniste a este mundo a ser feliz … ¿para qué te distraes siendo quién no eres?
Si la vida es un período de tiempo que puedes fraccionar hasta en segundos … ¿por qué mejor no la consideras en primeros? … es decir, ¿Por qué no te ocupas de ser primero la persona que has elegido ser y luego te preocupas del resto?
No hay mayor amor que el amor primero, ya que si te amas a ti podrás amar a otra persona.
No hay liderazgo más grande, que aceptar tus metas y seguirlas por convicción, ya que; si tú no te construyes a ti, pretender hacerlo con otros sería destruirlos.
No hay mejor comunicación que la que se da desde la honestidad de tu corazón al mirar a los ojos a otra persona y actuar conforme a ello, sea con un abrazo o palmada.
No hay nada de segundo para ti … ¡Sé el primero en tu vida!
Analiza tu pasado, mejora el presente y sonríe al futuro … ya que finalmente … ¡tú eres la suma de tus valores e imperfecciones … pero tus convicciones y compromiso te llevarán a la plenitud!
Si deseas cambiar tu vida sólo responde a esta simple pregunta: ¿ERES FELIZ?