“Fraude” y resistencia

POR GUILLERMO LERDO DE TEJADA SERVITJE

En dos semanas habrá una doble batalla en México. La primera, el 6 de junio, será electoral: una contienda entre el bloque de los partidos lopezobradoristas contra el bloque de partidos opositores. Sin embargo, todo indica que, el 7 de junio, empezará una segunda lucha igual de importante: la defensa para que se respete el voto. Esta batalla será comunicacional, legal y quizá, incluso, exija la movilización en las calles.

Conforme se acerca la fecha de las elecciones, y en la medida que las encuestas adelantan triunfos para la oposición, la propaganda lopezobradorista ha ido difundiendo más la mentira de que “habrá fraude”. Así lo dice López Obrador, lo reitera el presidente de Morena, Mario Delgado, y los replican sus propagandistas: que el INE está vendido; que los partidos de oposición se quieren robar la elección; que hay una mafia de empresarios e intelectuales golpistas; y que hasta Estados Unidos está interviniendo. Por supuesto, no ofrecen prueba alguna, pero eso es lo de menos; es una táctica clásica del manual de los populistas, desde Hugo Chávez hasta Donald Trump. Se trata de sembrar la duda, de envenenar el ambiente político, de estigmatizar a sus rivales para que, ahí donde el pueblo no les dé su voto, argumenten que hubo fraude.

Esto no es algo nuevo: desde sus días en Tabasco quemando pozos petroleros, hasta sus fallidas candidaturas de 2006 y 2012, López Obrador jamás ha aceptado una derrota. Siempre que las urnas no le favorecen, se ha victimizado bajo las teorías del complot y ha llegado al clímax de la teatralidad auto declarándose “presidente legítimo”. Sin embargo, hay una gran diferencia en 2021. Antes, las instituciones democráticas resistieron a las presiones del lopezobradorismo; pero ahora él y su movimiento están en el poder, desde donde tienen herramientas para coaccionar e intimidar a las autoridades electorales, a los partidos opositores y a los ciudadanos en general.

Dados los antecedentes del Presidente, sus ataques recientes al INE y a la propaganda que ya anticipa un “fraude”, no hay duda de que López Obrador y sus partidos no van a aceptar derrotas. En donde pierdan, van a tratar de desconocer el voto y subvertirlo. Sin ir muy lejos, hace unos días se hizo público un manual oficial de Morena, con el cual se está capacitando a sus observadores electorales para contar votos de más a la alianza del lopezobradorismo. Esto tiene como objetivo poner en duda la cuenta que hagan los ciudadanos funcionarios de casilla y alimentar la narrativa del fraude.

El 6 de junio es de la mayor importancia ir a votar. Pero el día 7 será también muy importante estar listos para resistir, lo cual significa: defender nuestro voto, que en muchas partes el gobierno querrá desconocer; respaldar al INE, que estará bajo ataque; arropar a los candidatos opositores de nuestro distrito, municipio y estado, a quienes se les quiera quitar lo que ganen en las urnas. Habrá que resistir la propaganda con razones; resistir mediante la ley; y si el gobierno comete un atropello, habrá que resistir saliendo a las calles y levantando nuestra voz.