La última oportunidad

JOSÉ LAFONTAINE HAMUI

Elena Madrigal Alonso, de la Universidad de Santiago de Compostela en Galicia nos describió como sociedad política de una forma tan clara que duele. Y dice: “Ningún pueblo en la historia de la humanidad ha luchado tanto por convertirse en esclavo como millones de mexicanos lo están haciendo en estos momentos. A tal grado que hoy repudian la libertad. La cuarta transformación es el regreso a la esclavitud”

Suponiendo si conceder que, en 2018 hartos de los otros partidos, urgidos y desesperados por un cambio, millones de mexicanos hayan votado al partido en el poder, hoy tres años después, ya se debieron dar cuenta que no es mas que demagogia, simbolismos, mentiras, corrupción, un gobierno tonto e incompetente, caprichoso, faccioso y destructivo.

Este domingo debemos defendernos votando en contra del régimen autoritario. Defendamos las instituciones, impidamos su aniquilación, defendamos a nuestros enfermos, a nuestros niños con cáncer, a las mujeres y a las estancias infantiles; a nuestros profesionistas.  Declaremos con nuestro voto, el enojo por  los más de setecientos cincuenta mil muertos por Covid19 causados por la negligencia gubernamental, cifra real trágica y sumando. Defendamos a México de la falta de vacunas, de su implementación política, del engaño reiterado en todos los rubros de la administración pública.

Defendamos a México con nuestro voto de la mentira, la psicopatía del régimen por la ausencia absoluta de empatía con las víctimas de delitos o tragedias, defendamos a nuestro país de un gobierno frívolo como nunca hemos lo habíamos visto.  Este domingo votemos con la intención de detener la destrucción y el daño a la economía. Si bien es cierto no podremos librarnos de la mañana cuando. Menos tres años más, ni del circo patológico de su contenido, ni de la falsa austeridad, ni del discurso populista y demagógico, ni de la polarización de un México de por sí dividido, también lo es que sí podemos defender al país con un congreso nuevo y no uno servil y lame botas como el actual.

Impidamos que las ocurrencias del autócrata se conviertan en ley, y de reformas constitucionales retrógradas y peligrosas. Votemos por una cámara de diputados que le ponga un alto a su gasto caprichoso y absurdo, miope y electorero a través de la aprobación o no del presupuesto de egresos de la federación, facultad exclusiva de la Cámara de Diputados.

Defendamos a México con un contrapeso fuerte, capaz de llamar a rendir cuentas y no uno que busque exonerar a los responsables de los homicidios cometidos por omisión dolosa en el caso de la tragedia de la línea 12 del metro, monumento a la corrupción y a la impunidad de la pseudo izquierda mexicana que hoy es gobierno. Defendamos a nuestro país votando, defendamos lo que queda de nuestra economía, pongamos un alto al engañador, quien compra una refinería de la cual ya éramos dueños al cincuenta por ciento en 1000 millones de dólares y construye otra en 10.000 millones de dólares que tendrán la misma producción diaria de barriles de petróleo.

Este domingo tal vez tengamos la última oportunidad de frenar la destrucción del país, antes pensábamos que era un peligro para México, hoy lo sabemos.