Las nuevas variantes de Covid-19

ARTURO ÁVILA ANAYA

Ha pasado más de un año desde la declaratoria de pandemia que hizo la Organización Mundial de la Salud (OMS) y seguimos adaptándonos a la presencia del SARS-COV-2. Desde su aparición y tras un número de casos que supera 180 millones de infectados y 3.9 millones de personas fallecidas, continuamos resistiendo. La vacunación sigue siendo la clave para contrarrestar el avance del virus, pero para que se logre la protección mundial se necesita que al menos 60% de la población esté vacunada. Hasta el momento, sólo el 22% en el mundo ha recibido al menos una dosis de la vacuna.

La OMS ha señalado que una forma para acabar con la pandemia más rápido es aumentar la fabricación de vacunas, aunque de momento, la demanda sigue superando a la producción. Aún cuando esto ocurra, los países no pueden bajar la guardia especialmente por la aparición de nuevas variantes del virus. Esto es algo normal, a medida que se reproducen los virus, estos van mutando, y ante una propagación tiene más posibilidades de replicarse.

La OMS clasifica a las variantes de dos formas, variante de interés y variante de preocupación. Se considera que una variante es de interés cuando se presentan mutaciones con implicaciones fenotípicas y que fueron identificadas porque generaron transmisión comunitaria en varios países. Pasa a ser una variante de preocupación cuando aumenta su virulencia o capacidad para generar daño, cuando ha cambiado la forma clínica de la enfermedad, o hay una disminución de la eficacia de las medidas sociales, de los diagnósticos, las vacunas o los tratamientos disponibles.

Hasta el momento la organización ha identificado 11 variantes del virus, cuatro las ha denominado como de preocupación. La variante B.1.1.7 (Alpha) identificada en el Reino Unido, la B.1.351 (Beta), que se detectó en Sudáfrica; la B.1.1.28 (Gamma), documentada en noviembre del año pasado en Brasil; y en fechas la B.1.617 (Delta), que se encontró por primera vez en India, en el estado de Maharashtra y que se relaciona con el repunte de casos en varios países. Desde principios del presente mes la Organización Mundial de la Salud utiliza las letras del alfabeto griego para referirse a las distintas variantes.