Las comunidades escolares al cierre del ciclo escolar

KATIA CARRANZA

Este viernes 9 de julio concluye un ciclo escolar atípico en la historia de la educación de nuestro país, ya que se realizó a distancia, en la mayoría de los casos, desde casa, utilizando dispositivos para el aprendizaje muy distintos a los ya conocidos, como el pizarrón o los libros de texto gratuito.

También es atípico porque implicó un esfuerzo extraordinario de parte de estudiantes, maestros y familias. Para los dos primeros significó el aprendizaje del uso de plataformas de internet, puesto que, según el estudio Equidad y Regreso, realizado por Mexicanos Primero, el 20.9% de los casos se conectaron por este medio para tomar las clases a distancia. Para los maestros también significó mantener el contacto con sus alumnos, el 48.8% lo hizo de manera frecuente o igual que cuando estaban de manera presencial. Además, el 60.9% tuvo que recurrir a otros medios para hacerle llegar a los NNJ los materiales para trabajar en casa, específicamente el envío de guías por WhatsApp.

Por su parte, el 92.1% de los estudiantes encuestados tomó las clases a distancia y de esos, el 57.4% asistió a todas las clases del ciclo escolar, haciéndolo en promedio dos horas diarias (46.3%). Estos datos muestran el esfuerzo que realizaron los alumnos, puesto que el 37.5% tenía que tomar sus clases en un espacio compartido de la casa, es decir, estaban expuestos a distractores y, por lo tanto, no contaban con un lugar adecuado para su aprendizaje. Algunos de ellos también tuvieron que darle un uso diferente al celular porque fue el dispositivo más utilizado (65.9%) para tomar sus clases.

Para las familias el esfuerzo estuvo centrado en dos aspectos principalmente, el primero de ellos fue el acceso a internet, ya que el 43.6% de los hogares encuestados no contaban con este servicio, por lo que tuvieron que pagar por él, asistir a un café o internet o buscar una red gratuita, con los riesgos que implicaba salir de casa. El segundo aspecto tiene que ver con el acompañamiento que le brindaron a NNJ en sus clases a distancia, ya que en el 39.3% de los casos fue la mamá quien les dio el seguimiento, pero se debe tomar en cuenta que muchas de ellas trabajaban desde casa y en la casa, lo que implica un mayor esfuerzo. Pero no solo fueron ellas las que apoyaron a NNJ, sino también los primos o hermanos (16.2%) así como otros adultos presentes en la casa (15.1%).

Debemos celebrar que las comunidades escolares abandonaron las forma pasivas implícitas en Aprende en Casa y buscaron múltiples formas de encontrarse a la distancia. Al cierre del ciclo escolar, la estrategia televisiva fue utilizada sólo por el 6.6% de los encuestados. Debemos reforzar su elección e intensificar los esfuerzos para regresar a las escuelas. Ahora más que nunca requerimos la presencia plena y segura de todos. Tenemos el verano para aprender de las reaperturas fallidas y exitosas y para prepararnos sobre las nuevas formas de aprender ahora si en comunidad.