¿Inicia la extinción de la basura?

Jonathan Ruiz Torre

La historia iniciada en Nueva York en 1964 dentro del cofre de ese precioso Mustang de Ford, podría estar acabando en Cuautitlán.

En ese estado mexicano opera desde hace tiempo una planta de producción automotriz de la que salen los nuevos Mustang Mach E, automóviles eléctricos. Funcionan con electricidad y son vendidos por la empresa que cambió toda la industria de combustión interna hace un siglo: Ford Motor Company. Ayer, un aviso amenazó de muerte justamente a ese poderoso motor a gasolina y a sus sucesores.

La planta instalada ahí sobre la Carretera 57 que lleva a Querétaro desde la Ciudad de México es un ‘cable’ que conecta la nueva estrategia de la compañía fundada por Henry Ford y su modelo T.

La compañía invierte más de 30 mil millones de dólares en electrificación en un plan trazado hasta 2025. Eso incluye planes como el de Cuautitlán y uno que revelaron ayer. Finalmente parecen quitar del camino la queja más común de los críticos de los coches eléctricos: la vida final de una enorme batería de litio.

La solución, lo que son las cosas, quizás no habría surgido sin Tesla, de Elon Musk.

Ahí trabajó un tiempo JB Straubel –uno de los fundadores de la compañía– como director de tecnología, quien durante años planeó una solución a un asunto que en el fondo es una estupidez: considerar basura media tonelada de recursos minerales que contiene cada vehículo en su ‘pila’.

En 2019, Straubel fundó Redwood Materials y la instaló en Nevada, a dos horas de Sacramento, California.

Se dedicó a ‘desarmar’ el contenido de las baterías automotrices fuera de uso y las materias primas las envió a Panasonic para que esa otra empresa arme productos nuevos. Un 95 por ciento de los recursos son aprovechados nuevamente.

El avance de Redwood fue registrado por la empresa automotriz centenaria que ayer divulgó lo siguiente:

“Ford Motor Company y Redwood Materials anunciaron el trabajo conjunto en el reciclaje de baterías y cadena de suministro para vehículos eléctricos. El objetivo es hacer que los vehículos eléctricos sean más sostenibles y accesibles”. Níquel, cobalto, litio y cobre contenidos en esas piezas serán reutilizados, lo que además puede abaratar la producción y potencialmente los coches eléctricos de Ford.

La estrategia da en el clavo de BlueOvalSK, empresa conjunta de Ford y SK Innovation para producir componentes para coches eléctricos, lo que apunta hacia un enfoque de economía circular.

¿Qué es eso? La eliminación del concepto de ‘basura’, ampliando esa actividad limitada a una práctica de ‘ambientalistas’ llamada, reciclaje.

La tecnología actual permite reciclar muchos más materiales que el pet o las latas de aluminio que sobraron de una fiesta.

Es Redwood también la que proporciona un ejemplo de lo que viene para la economía circular. Su fundador planea dar el siguiente paso: de la obtención y separación de materias primas a la simplificación de la cadena de suministro, produciendo materiales críticos para baterías en Estados Unidos.

De acuerdo con Bloomberg, actualmente busca una ubicación para una nueva fábrica de unas 10 hectáreas, en la que invertirá aproximadamente mil millones de dólares para ese propósito.

Esa fábrica se dedicaría a la producción de cátodos y láminas de ánodos, los dos bloques de construcción esenciales de una estructura de batería de iones de litio, hasta un volumen proyectado suficiente para un millón de vehículos eléctricos, para 2025. El futuro ocurre en el presente y una parte de todo está pasando en Cuautitlán.