António Costa, el primer ministro portugués más longevo desde la Revolución de los Claveles

El socialista, de origen indio y humor volcánico, ha demostrado su instinto de supervivencia para resulver todas sus crisis

Como un ajedrecista veterano, que lleva en política 39 años, ha repetido los mismos movimientos una y otra vez, así que ya no espera sorpresas. El doctor, como le llaman, es un hombre de instintos y no de ortodoxias como lleva demostrando desde que entró en la Asamblea de Lisboa en 1982, por eso no todos están de acuerdo con sus métodos, pero funcionan. Este domingo se ha convertido en el primer ministro más longevo en la historia democrática de Portugal desde la Revolución de los Claveles. Por algo será.

Costa, de 60 años, es un socialista pragmático que llegó al poder gracias a la izquierda radical, pero que siempre ha tenido la ambición de gobernar en solitario. Parece que podrá hacerlo a la tercera. Si no en solitario, al menos, con mucha menor oposición siempre gracias al voto de los ecologistas, que quizá necesite.

De origen indio, este abogado de 60 años, con rostro redondeado y moreno, de pelo blanco y gafas finas, tuvo que volver a poner en juego su mandato por una ruptura del presupuesto con sus antiguos aliados, a los que llegó a decir que “tenían que pedir perdón a la izquierda” por haber roto aquel acuerdo de geringonça. Durante la campaña sufrió el agotamiento, igual que sus rivales, de cambiar grandes mítines por muchas pequeñas visitas por culpa del Covid. De uno de aquellos actos sus colaboradores tuvieron que subirlo al coche casi en volandas. “Estoy lleno de energía”, dijo al día siguiente.

Sin embargo, fue gracias al pacto sin precedentes sellado con la izquierda radical y los comunistas que el ex alcalde de Lisboa llegó al poder en 2015… tras una votación que, sin embargo, perdió. La alianza resultó más fuerte de lo esperado, al menos durante un tiempo, y este amante de la cocina, el cine y el fado, con fama de tener un mal humor volcánico, cumplió su primer cuatrienio. Lo del mal humor lo mostró tras los incendios de 2017. Un hombre se le acercó y le acusó de haberse ido de vacaciones mientras se registraban 64 muertos. Tuvieron que frenar al doctor Costa para que no agrediera a aquel hombre.

Aprovechando una coyuntura favorable para desbaratar las medidas de austeridad implementadas por la derecha a cambio de un plan de rescate internacional otorgado en 2011, Costa ha continuado, al mismo tiempo, saneando las cuentas públicas para mostrar el primer superávit presupuestario en Portugal. historia reciente. De hecho, con él al mando, Portugal pagó el rescate europeo tras la pavorosa crisis de 2008 mucho antes que se cumplieran los plazos.

Luego ganó las elecciones legislativas de octubre de 2019 sin tener mayoría absoluta. Pero no quiso renovar su alianza con sus partidarios de la izquierda radical, que acabaron dejándole marchar tras el fracaso de las negociaciones en torno al presupuesto de 2022. Ahora, tendrá que administrar las ayudas europeas ya casi en solitario, haciendo algunas muescas más en su cinturón.