Narcos de México y Colombia tejen red de rutas marítimas

Miercoles,22 de marzo de 2023

Para saciar la demanda nacional y de Estados Unidos, el crimen organizado facilitó el trasiego de toneladas de coca en menos de 20 días a nuestro país.

Para saciar la demanda de cocaína en Estados Unidos y México, narcotraficantes colombianos y mexicanos tejieron una red de rutas marítimas que han facilitado el tráfico de cientos de toneladas de esa droga en menos de 20 días a nuestro país.

Para el transporte, los narcotraficantes se mueven en tres grandes rutas, la primera: inicia en las costas del Caribe colombiano con destino a Quintana Roo; esta es operada por el Clan del Golfo, un grupo paramilitar integrado por ex miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia, que se aliaron con el Cártel del Golfo.
Las otras dos se ubican en las costas del Pacífico colombiano, en los puertos de Buenaventura y Tumaco y son controladas por La Segunda Marquetalia, así como por el Comando Coordinador de Occidente, ambas integradas por ex miembros de las guerrillas de las FARC; aunque también opera la Subestructura Pacífico, al mando de Clan del Golfo, y el cártel Local Buenaventura; todos socios de los Cárteles Jalisco y Sinaloa.
“Se han tenido algunas informaciones de unos vínculos indirectos de organizaciones del narcotráfico con carteles colombianos, estamos hablando en este caso del Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa donde ellos, de forma indirecta, envían emisarios a Colombia, esos emisarios están encargados de prácticamente desarrollar la comercialización y hacer el acuerdo de esa compra de la droga y así mismo supervisar el envío de esa droga a través de las diferentes modalidades que se puedan dar hacia países de Centroamérica o a las costas mexicanas” detalló el Capitán de Fragata, Cristian Andrés Guzmán, comandante de la acción de tarea contra el narcotráfico, Poseidón de Colombia.
De acuerdo con la Arma de Colombia, el tráfico se da de la siguiente manera: el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco al enviar emisarios a Tumaco y Buenaventura, grupos de traficantes regionales los conectan con los paramilitares que, a su vez, los conducen con los campesinos que conocen la receta del polvo blanco.

Una vez que el cargamento está listo, los paramilitares cobran a los cárteles mexicanos cuotas por la fabricación de la cocaína y el trasiego, después, la droga se transporta en lanchas rápidas desde Tumaco o Buenaventura a las costas mexicanas de Oaxaca, un trayecto de al menos 2 mil 200 millas náuticas, alrededor de 3 mil 504.56 kilómetros.
De acuerdo con la Armada de Colombia, recorrer esa distancia les toma a los grupos criminales como mínimo siete días y máximo 20.

La ruta más segura, dicen, inicia en Tumaco, un puerto colombiano ubicado en el extremo sur del país, que comparte frontera con Ecuador, y que además concentra los mayores campos de siembra de hoja de coca de Colombia; los criminales bordean la isla Isabela, después toman aguas internacionales que son menos vigiladas hasta llegar a México.

Las autoridades colombianas y mexicanas libran una lucha en contra de las organizaciones criminales y hasta el momento, dicen, la ley va ganando la batalla.
De acuerdo con la Arma de Colombia, en 2022 incautaron sólo en costas del pacifico más de 161 toneladas de cocaína.

“Tenemos para el año 2022 unos esfuerzos importantes de la armada nacional además de 161 tonelada de cocaína incautados solamente en lo que estamos hablando de Costa pacífica y más de 53 toneladas de mariguana”, explicó el Capitán de Fragata, Cristian Andrés Guzmán, comandante de la acción de tarea contra el narcotráfico, Poseidón de Colombia.
Estos golpes se traducen en cientos de millones de dólares en pérdidas para las estructuras criminales:

“Estas importantes incautaciones nos han llevado a tener una afectación de más de 5.8 billones de dólares a las organizaciones del narcotráfico, este dinero es un caldo de cultivo para todo lo que es la delincuencia”, agregó el mando de la Armada.
Los nexos entre criminales mexicanos y colombianos encendieron las alertadas en el país sudamericano, porque las organizaciones paramilitares están recibiendo de los cárteles mexicanos, como pago por la cocaína, armas de alto poder y por ende, el poderío de fuego de las guerrillas se ha incrementado.

“Una parte puede ser en contraprestación con armas que digámoslo así hagan esa transacción drogas por armas y otra parte es en el tema de blanqueamiento de capitales y divisas que es muy común”, aseguró el Capitán de Fragata, Cristian Andrés Guzmán.
Cabe indicar que los traficantes colombianos no sólo trafican cocaína a México pues el aumento de adictos llevó a los criminales a expandir su cartera de clientes.
Autoridades han detectado grandes cargamentos de cocaína procedentes de Colombia en países tan lejanos como Sierra Leona, Costa de Marfil y Ghana, pero también se envían toneladas de polvo blanco a España y Portugal, ambas naciones consideradas las puertas de Europa.