Utopía. Día de Acción Global por un Aborto Legal

No asustan a nadie, provocan el aislamiento que ya las distingue
La entonces Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó, el 24 de abril de 2007, las reformas necesarias para despenalizar el aborto hasta las 12 semanas de gestación. En estos 17 años se practicaron más de 240 000 interrupciones legales del embarazo; sin embargo, el domingo y lunes pasados tuvieron lugar en la ahora Ciudad de México tres pequeñas marchas con motivo del Día de Acción Global por un Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Parece un contrasentido, lo es parcialmente; primero porque la demanda enarbolada incluye a todo el país y aquel derecho sólo existe y se practica en la capital mexicana y en Oaxaca. Además de que la violencia contra las mujeres en la terrible modalidad de feminicidio no disminuye sustancialmente y tampoco es de 10 y hasta 12 víctimas por día, como algunos grupos sostienen. No importa, es inaceptable que se asesine a mujeres por el sólo hecho de serlo.

Y frenar este baño de sangre, como el de los jóvenes involucrados o no con la delincuencia organizada y que incluso provocó la disminución del promedio de vida de los mexicanos, requiere la mayor convergencia de los actores políticos y los agentes sociales y económicos, de gobernantes y gobernados.

Así como las políticas de todos los signos partidarios e ideológicos fueron capaces de converger para lograr la paridad de género en la Cámara de Diputados y el Senado, en los cargos de elección popular, en el reparto del “pastel”, es indispensable una concertación mucho mayor y aún más amplia para detener la violencia contra las mujeres y los feminicidios.

Para ello es necesario eludir las simplificaciones de organismos, grupos y membretes que con un violento e irracional accionar y un discurso pésimamente digerido y falsamente anarquista, generan miedo e inhiben la incorporación de muchas mujeres a una lucha justa por el lado que se le observe.

Lo que resulta más inquietante es que respetables veteranas de los feminismos actuantes que son diversos y hasta contrapuestos, guarden cómplice silencio y otras como Lucía Lagunes, Sara Lovera y Marcela Lagarde les dan cuerda a las muchachas al estimularlas para que persistan en este camino de confrontación sin desembocadura cierta. Lea este desafortunado ejemplo de mimetismo.

La grotesca escisión en la toma de la sede de la CNDH en el Centro Histórico, donde se quemó ante las cámaras una Bandera Nacional, y los grupos que cobran 3 000 pesos a las víctimas para “abrir las puertas” de la Secretaría de Gobernación, según denuncia Olga Sánchez Cordero, son muestra de la diversidad y hasta confrontación entre feministas.

Rara es la conducta política envuelta en práctica informativa, periodística, pues más allá de las filias y las fobias, de desacuerdos y desencuentros con Andrés Manuel López Obrador, está el futuro inmediato y mediato del movimiento de los feminismos que ellas y muchísimas más, la gran mayoría anónimas, sin relumbrón, ayudaron a construir. Y lo presenciado los días 27 y 28 fueron puñados de jóvenes encapuchadas, con martillos y otros artefactos, que en aras de sus reclamos legítimos golpearon e hirieron, como los machistas brutales, a decenas de policías porque, aducen, las reprimieron. Los números no engañan: 44 mujeres policías y 13 civiles lesionadas (https://www.jornada.com.mx/2020/09/29/cartones/1).

Y todavía presumen: “¡Somos muy malas y seremos peores!” No asustan a nadie, provocan el aislamiento que ya las distingue, después del 8 de marzo de 2019 que no supieron leer y menos capitalizar porque se embriagaron con un éxito que no era propio sino de muchos.

Acuse de recibo

“De Musacchio. Eduardo: Quien promovió el documento de los 650 no es un intelectual orgánico del oligopolio mediático, fórmula facilona que intenta descalificar a todos los firmantes metiéndolos en el mismo saco. Quien redactó el documento fue Roger Bartra, quien se ha ido a la derecha, pero hasta donde sé no está ligado al oligopolio mediático. Aprovecho para recordarte que durante muchos años hemos defendido la libertad de expresión por considerar que beneficia a México y a sus ciudadanos. ¿Ahora ya no? Te anexo una lista de firmantes de muy diversas tendencias ideológicas, pero a los que tampoco puedes tildar de intelectuales orgánicos del oligopolio mediático. HM”… Omito la lista integrada por 97 mexicanos, registro para respaldar mi afirmación a Federico Reyes Heroles, Beatriz Pagés, Carlos Elizondo Mayer-Serra, Denise Dresser, José Antonio Crespo, Julio Frenk, Luis Rubio, Macario Schettino y Rafael Pérez Gay… “La familia Ibarra Aguirre recuerda con gratitud y cariño a doña Graciela Aguirre Chávez por la cotidiana enseñanza que nos brindó, sobre todo a partir de 1960, para sobreponerse a la adversidad a base de esfuerzo, respeto a sí mismo y perseverancia. En el 25 aniversario de su fallecimiento le expresamos nuestro reconocimiento como madre y jefa de un clan, en su acepción irlandesa, por el que luchó todos los días. Estados Unidos-México, 30 de septiembre de 2020”.